Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Luego de casi dos décadas de incremento en los niveles de violencia, en Michoacán se contabilizan más de 8 mil víctimas directas e indirectas. Huérfanos por homicidios, feminicidios y desplazados por la guerra entre grupos delincuenciales urgen a ser atendidos en prácticamente todas las regiones del estado. Los fenómenos delictivos que han impulsado el incremento en la cantidad de víctimas en el estado son variados: homicidios, feminicidios, secuestros, terrorismo e incluso crímenes de Estado, siguen abultando la lista de ciudadanos vulnerables. Tras ser nombrado como titular de la Comisión Estatal de Víctimas en el estado, José Alfonso Mejía Pineda refirió sobre el espectro de daño generado por la violencia en los últimos años. De esto, ningún municipio o región se ha escapado. Aseguró que el objetivo de esta nueva gestión es atender a las víctimas directas e indirectas, entre las que figuran hombres, mujeres, huérfanos, viudas, personas con discapacidad y prácticamente todos los sectores vulnerables. En el tema concreto de los feminicidios, urgió o a que se consideran aspectos como la atención a los huérfanos, que en muchos de los casos quedan a merced de los propios victimarios y ante condiciones de vulnerabilidad social. Llama la atención que la mayor parte de la atención a víctimas se focalice los núcleos urbanos del estado de Michoacán, mientras que en las regiones rurales y alejadas del brazo del Estado, la atención es inexistente. Asimismo, coinciden en que son los municipios con mayor incidencia de domicilio doloso y feminicidio los que se encuentran entre los más atendidos en cuanto víctimas directas e indirectas. “La mayoría de los temas de atención se ponen en el municipio de Morelia, Uruapan y de Zamora. La mayoría son por homicidio, la gran atención que tenemos son homicidios y feminicidios. De las políticas públicas que tenemos que impulsar es ir por los huérfanos, porque muchas veces los feminicidas son los que siguen criando a esos huérfanos. Tenemos que desarrollar un plan integral”, manifestó el también activista. Durante las últimas dos décadas han sido distintos los fenómenos que siguen afectando a decenas de miles de habitantes. Desde los granadazos del 15 de septiembre de 2008 hasta los miles de desplazados de la región de Tierra caliente y Sierra Costa del estado requieren de atención inmediata. Se cuenta con un poco más de 43 asesores que cuentan con formación para atender tanto a víctimas directas como indirectas y asesorar en los procesos judiciales. No obstante, el nuevo titular de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas reconoció que urge trabajar en la profesionalización e incremento de las capacidades institucionales del sistema para atender la demanda de los michoacanos. “Son temas muy amplios que tenemos de dar lo mejor. Todas las solicitudes que llegan son atendidas, y también llegan ciudadanos de a pie a pedirnos el apoyo. Hasta ahorita no hay un solo ciudadano al que le hayamos negado el servicio. Seremos de puertas abiertas. Vamos a construir ya, por ejemplo, con las víctimas de los granadazos, donde a lo mejor hubo una disparidad, se tiene que atender ya y lo vamos a concretar”, manifestó el funcionario. Huérfanos por feminicidio, el gran pendiente La vulnerabilidad económica ha sido uno de los principales factores de afectación a las víctimas indirectas de feminicidios en el estado. Hasta un 80 por ciento de los huérfanos de los últimos 3 años son custodiados por sus abuelos o tíos, mientras que otro 10 por ciento son resguardos en las instancias del DIF Estatal. Información de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (SEIMUJER) al 2021, reveló que se tiene un padrón de cerca de 80 menores que quedaron huérfanos por el feminicidio de sus madres en el periodo que va de 2019 hasta la fecha. A nivel nacional se tiene estimados 796 casos de menores en condición de orfandad derivado de los feminicidios, lo que representa que el estado ostenta casi el 10 por ciento del universo total de casos confirmados. Se estima que hasta un 60 por ciento de las mujeres que perdieron la vida de manera violenta durante los últimos años tanto en homicidio doloso como en feminicidio fueron madres de familia de uno o más hijos que ante el crimen, las víctimas indirectas quedaron en el desamparo.