Seguridad vial y movilidad van de la mano

Sin embargo, a pesar de que muchas personas consideran a nuestro vecino país del norte como ejemplo a seguir

Sin embargo, a pesar de que muchas personas consideran a nuestro vecino país del norte como ejemplo a seguir

CIUDAD POSIBLE

Inés Alveano Aguerrebere

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Vine a Países Bajos para aprender más sobre seguridad vial. Usted puede imaginar que acá tienen muchas menos muertes y lesiones por accidentes viales, que en nuestro país. Una amiga me preguntó por qué no me había ido a Estados Unidos. Para ella, era lo más lógico –dada la cercanía-.

Sin embargo, a pesar de que muchas personas consideran a nuestro vecino país del norte como ejemplo a seguir, hay muchos temas en los que está igual (o peor) que los países en vías de desarrollo. La in-seguridad vial es uno de ellos. Allá muere el equivalente a que si dos aviones Boeing (llenos) se estrellaran a diario. Tanto por choques, como por atropellamientos. El otro tema en el que están por la calle de la amargura, es en las muertes maternas (pero no es momento para hablar de ello).

A pesar de que tuvieron claro desde un principio, que es más eficiente mover a las personas en transporte público, nunca le dieron la prioridad que merece. Se dedicaron a construir autopistas urbanas, distribuidores viales y pasos a desnivel (sin contar tampoco, que cuesta más mantenerlas, que construirlas). Haber dedicado sus recursos y esfuerzos en mover autos a gran velocidad, es lo que hoy en día les trae esas horrendas consecuencias. Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos…

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Países Bajos nos lleva (a los países latinos, y también a Canadá y a Estados Unidos) mínimo unos 40 años de ventaja en el tema de prevenir muertes y lesiones graves por accidentes. Sistemáticamente han construido entornos que cuidan la vida. Y lo hacen, consiguiendo al mismo tiempo que todas las personas se muevan eficientemente, sin importar el medio de transporte que usen.

El ejemplo de infraestructura segura que más me gusta (y la menos costosa), son las calles del centro de Ámsterdam. Varias funcionan en un solo sentido para los automóviles, pero las bicicletas pueden ir en ambas direcciones (siempre del lado derecho). Si tomamos como referencia los números estimados por la guía de diseño de calles de la NACTO (Asociación Nacional de Funcionarios de Transporte, de Estados Unidos), la capacidad que tiene un carril para mover autos es de hasta mil 600 por hora. Sin embargo, un carril para personas en bicicleta puede mover hasta 7 mil 500 personas por hora. El resultado de estas calles es que pueden facilitar que se muevan aproximadamente 16 mil 600 personas.

Cabe señalar que antes de los 70 estas mismas calles estaban atestadas de congestionamiento vial y estacionamiento en la calle (sin mencionar que era inseguro andar en bicicleta). O sea que Ámsterdam no era Ámsterdam. ¿Qué se requirió para convertir ese espacio en más eficiente y seguro al mismo tiempo? Voluntad política (y algo de pintura). Tan sencillo como remover un carril de estacionamiento en la calle, y armar una red para que esa intervención sirva de algo. Los negocios tienen ahora más clientes que nunca. Estas calles que les describo son de las más vibrantes de la ciudad. Otro día hablo de aquellas en donde también figura el transporte público, con su carril exclusivo.