Erandi Ávalos / La Voz de Michoacán Hay historias que nacen en el mundo de los sueños y que por voluntad propia saltan a este mundo material. Así fue como Susana Alvarado Perea, hija del gran grabador, académico e investigador michoacano Carlos Alvarado Lang, comenzó a partir de un sueño la idea de dirigir el documental Lang. Mi padre y yo. A pesar de que en los circuitos profesionales de arte, la obra de Carlos Alvarado Lang, es bien conocida; su precoz fallecimiento dejó un hueco tanto en la Historia del Arte Mexicano, como en su familia; especialmente en Susana, su hija más pequeña quien en entrevista para La Voz de Michoacán, menciona: “El largometraje documental pretende acercar a los espectadores a la vida y obra de un artista insigne, son tres historias entrelazadas: onírica, fantástica e imaginativa, en añoranzas provocadas por la obra de mi padre y de su propia historia”. Carlos Alvarado Lang, nació en 1905 en La Piedad de Cabadas, de padre mexicano y madre francesa. En 1919, ingresó a la Academia de San Carlos -cerrada por tres años debido a La Revolución, y reabierta como Escuela Nacional de Bellas Artes- donde aprendió grabado de Emiliano Valadez, a quién sustituyó como profesor. Años después, se desempeñó como director de esa institución por dos periodos, de 1942 a 1949. Siempre activo en los círculos de artistas e intelectuales, en 1947 fue miembro fundador de la Sociedad Mexicana de Grabadores, y entre 1952 y 1960 fue director de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Consciente del contexto artístico en el cuál se enmarcó el trabajo de su padre, la directora comenta: “Este trabajo se inserta en una grandiosa historia de una época dorada en las artes plásticas de México e intersecta con mi historia personal”. Alvarado Perea, hija menor del artista y de la restauradora Teresa de Jesús Perea Río de la Loza -quien realizó restauraciones de murales de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros-, comenzó este largometraje en el 2018, actualmente trabaja con su equipo en la post producción, por lo que se prevé que el estreno sea durante el 2023. Cuando Susana Alvarado Perea afirma: “El talento de mi padre como artista distinguido es incuestionable, sólo hay que mirar sus obras para corroborarlo. Aunque ya se han hecho documentales, libros y recopilaciones de la obra de otros artistas igualmente talentosos que fueron alumnos, compañeros y amigos del mismo Carlos Alvarado Lang, desde su muerte hemos recuperado muy poco y su nombre no resuena como otros dentro de la cultura mexicana”, provoca múltiples reflexiones ya que en su tierra natal no se ha difundido suficientemente su obra, por lo que el documental dirigido por su propia hija, promete ser un vehículo perfecto para que las nuevas generaciones y el público especializado y no especializado, se acerque a uno de los más destacados grabadores del Siglo XX, cuya obra es parte de importantes colecciones en países como Estados Unidos de América, Japón, Eslovenia, Francia, Inglaterra, Suiza y México. Pero Alvarado Lang, no únicamente fue un excelente grabador; fue además un impecable y pulcro impresor y también restaurador de placas de metal. En 1938, salió al público la edición de la carpeta El grabado en lámina en la Academia de San Carlos durante el siglo XIX. Reimpresión de 24 planchas originales existentes en el Archivo de la Escuela de Artes Plásticas. Dichas reimpresiones fueron tiradas a mano por Carlos Alvarado Lang, y cuentan con un texto de Justino Fernández y prólogo de Manuel Toussaint. Susana Alvarado Perea, emulando la generosidad inspiradora de su padre, pretende que el documental sea también una plataforma de exposición para otros artistas que utilizan las técnicas que Carlos Alvarado Lang, introdujo en México y que ayudó a perfeccionar con sus innovaciones -importante mencionar el texto El grabado a la manera negra. Una aportación, publicado en los Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, en 1938- extendiendo una convocatoria abierta a talleres y escuelas de arte, proyecto en el que ya está trabajando. De las muchas formas que existen de revalorar la vida y obra de un artista, una de las más emotivas es la que surge desde su misma sangre, así que es grande la expectativa que la novel directora genera con este homenaje audiovisual. Cabe mencionar que Susana Alvarado Perea es hermana del reconocido compositor y multi instrumentista Carlos Alvarado Perea, fundador del grupo de rock progresivo Chac Mool; quien al igual que sus padres, también fue restaurador y grabador; por lo que la fina vena artística de la familia Alvarado Perea, queda más que comprobada. La producción del largometraje está a cargo de 414 Post, la fotografía es de Alex Reynaud, la música está a cargo de José Terán y el Estudio Casiopea se encargó de la animación. Esperamos con gran emoción ver el resultado de este sueño que se hizo realidad.
La Voz de Michoacán
