SECRETO A VOCES | Obrador y la danza con lobos…

En el escenario de la guerra de Rusia – Ucrania, Estados Unidos pretende convertirse en el líder y someter a su liderazgo a otras naciones, particularmente Europeas y a México, aprovechando aprovechando este conflicto.

RAFAEL ALFARO IZARRARAZ

Las guerras sirven a quienes la promueven para modificar a su favor una condición desfavorable que las relaciones de poder existentes que le impiden “disfrutar”. El disfrute de tales condiciones pasa “necesariamente” por la guerra porque la política le ha impedido llegar a un tipo de acuerdo debido a que la política se ha convertido relativamente en un instrumento obsoleto y por tanto, recurrir a la guerra es una “necesidad” recurrente de las potencias por lo menos en la historia política de occidente.

PUBLICIDAD

En contraparte, las fuerzas que se resisten al guerreador (en el caso de guerra ruso-ucraniana) son fuerzas que, por el contrario, disfrutaban de las condiciones impuestas por una guerra anterior y de la que disfrutan quienes lograron ganar la última batalla y de esa manera impusieron su ley, que es una norma que le da legitimidad a lo ilegítimo y de donde viene su poder y, por tanto, el descontento de los perdedores. No existe una situación de posguerra estable, nunca, pues quien pierde siempre estará esperando la revancha.

Lo anterior ocurre en un espacio de tiempo con dos escenarios continuos generales pero distintos: uno, por un lado el escenario que dejó la posguerra marcado por dos potencias (EU y la antigua URSS) y, dos, el nuevo orden mundial que surgió a partir del refortalecimiento militar de Rusia, la emergencia económica de China y el declive del orden anterior comandado por Estados Unidos cuyos privilegios económicos en el mundo actual han perdido la solidez de los que anteriormente gozaba.

Rusia perdió la guerra cuando desapareció la antigua Unión Soviética. La mayoría de las naciones que pertenecían al bloque soviético así como las que eran parte de la antigua Unión Soviética prácticamente se echaron a los brazos de occidente, es decir Europa y la OTAN (la organización militar liderada por EU). De tal manera que el mapa político cambio totalmente. Ucrania era para Rusia un muro de contención ante el cambio de la relación de fuerzas regionales y mundiales.

PUBLICIDAD

Rusia decide invadir Ucrania y de esa manera resguardar sus fronteras. Estados Unidos quería o quiere llegar a las fronteras rusas primero eliminando a las fuerzas pro rusas, el gobierno ucraniano que fue destituido en 2014, y luego abriéndole las puertas de la OTAN a Ucrania ya con un gobierno proclive a Occidente. Lo de Rusia es era un asunto como dice Chomsky de neutralizar a Ucrania (que de todos modos no justifica la invasión) que no se convirtiera en una nación antirusa.

Como se trata de guerras en donde participan actores de la posguerra y del nuevo orden mundial que se ha abierto, pues indudablemente que se trata de una guerra distinta a las otras guerras que existen porque de alguna manera la última batalla definirá quien se posicionará de mejor manera y se acreditará el privilegio de mandar en el nuevo orden aunque ya no se trate de un orden bipolar o unipolar como ocurría en el pasado.

Biden ha dicho que existe un nuevo orden y que EU lo encabeza. Infelizmente, para Biden, los nuevos órdenes y las fuerzas que lo dirigen no son el resultado de las autodeclaraciones. Pero, de todos modos, lo dicho porBiden nos permite ampliar el análisis acerca de las intenciones de los contendientes. Si bien es cierto que Rusia busca anular a Ucrania (aunque su espíritu como nación diga lo contrario), EU pretende convertirse en el líder y someter a su liderazgo a otras naciones, particularmente Europeas y a México, aprovechando la guerra.

Ahora bien, la autodefensa rusa con respecto a Ucrania no quiere decir que realmente sus pretensiones queden ahí. Rusia es una potencia militar que de acuerdo a los expertos supera a Estados Unidos y eso no es una casualidad. No es potencia nada más por presumir. Igualmente, no es potencia, necesariamente, proclive a invadir a otras naciones. El arte de la guerra es vencer a los oponentes sin utilizar los armamentos, dice SunTzu. La economía es un complemento de la guerra y es el gran negocio en la actualidad.

México, como dice el profesor Jalife, es el equivalente ucraniano pero con respecto a EU. El gobierno estadounidense no quiere un país que se convierta en cabeza de playa ruso o chino. No ve con buenos ojos la política de AMLO y ha empezado a enviar mensajes para justificar políticas hostiles hacia México. Como el que el encargado del Comando Norte (Glen VanHerck) haya dicho que en México existen espías rusos como no hay en otras naciones.

Biden quiere un nuevo orden y ver a México sometido a ese nuevo orden que dice ellos encabezan, aunque no sea verdad. La respuesta de AMLO ha sido la correcta en el sentido de expresar que México no es ninguna colonia de las potencias. Pero lo más interesante, es que la política pacifista implementada por Obrador es una política activa y de puertas abiertas a la inversión de capitales rusos, árabes, ucranianos, que en otros países no ven con buenos ojos.

Y creo que ese es otro de los verdaderos temores de EU, que México a río revuelto, se reposicione como una nación con una mayor independencia a pesar de la relación históricamente sostenida con EU como potencia económica. De hecho, el nuevo orden mundial le ha servido a México de contexto para ganar en soberanía e independencia como Nación. La política pacifista es la continuación de lo anterior.

Todos buscan el bien. Es difícil la danza con lobos, pero hasta el momento bien por la política mexicana ante la guerra.