NOS VEMOS EN EL CINE | Premios Óscar 2022: la celebración y la bofetada

Si es verdad que dentro de las 94 películas premiadas existen joyas de la cinematografía, también lo es que, si queremos encontrar ahí lo mejor del cine universal, estamos equivocados.

Por: Jaime Vázquez

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El 16 de mayo de 1929 se reunieron 250 personas en el Hotel Roosevelt de Los Ángeles, California, en la primera ceremonia de los Premios de la Academia de Artes Cinematográficas. Douglas Fairbanks, conductor de la entrega, anunció los premios a la película Wings, al actor Emil Jennings y a la actriz Janet Gaynor. Premio al mejor director para Lewis Milestone en comedia y Frank Borzage en drama. En 1931 al premio se conocería como Óscar, un nombre con varias versiones sobre su origen.

Desde entonces la ceremonia del Óscar es punto de referencia para la creación y la fama, el ego, la moda y el glamour, el espectáculo, la industria y, a veces, la circunstancia política y social. La edición número 94 del Óscar no fue la excepción, confirmó lo que sabemos: si es verdad que dentro de las 94 películas premiadas existen joyas de la cinematografía, también lo es que, si queremos encontrar ahí lo mejor del cine universal, estamos equivocados.  

Con los estragos de la pandemia, en un mundo convulso y en escenarios de guerra, con mensajes a favor de la paz, la inclusión, la democracia, el diálogo y la convivencia, la comunidad cinematográfica reunida en el Teatro Dolby el 27 de marzo celebraba la vuelta a una normalidad acotada.

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Un más que merecido premio a Jane Campion en la dirección por su gran película El poder del perro, quizá la mejor de las que compitieron por ese galardón. La directora neozelandesa había sido nominada en 1993 por El piano, año en el que ganó Spielberg por La lista de Schindler. Merecido premio a la mejor actriz para Jessica Chastain por Los ojos de Tammy Faye, quien había destacado en La noche más oscura, de Kathryn Bigelow; al filme internacional para Drive My Car del japonés Ryusuke Hamaguchi, basada en un cuento de Murakami; a Kenneth Branagh por su guion original en Belfast. Ariana DeBose obtuvo la estatuilla a actuación de reparto por West Side Story, cinta con la que Steven Spielberg rinde honores y hace una relectura (virtuosismo puro) del clásico de Robert Wise y Jerome Robbins, de 1961.

Lady Gaga y Liza Minnelli anuncian la mejor película: Coda, de Sian Heder, versión norteamericana de la francesa La familia Bélier, de Éric Lartigau. Coda es buena cinta, una historia de superación, divertida y sencilla, pero lejos de ser la mejor de las nominadas. Eugenio Derbez, notable en su papel de director del coro. Con las manos vacías, No mires arriba, Licorice Pizza y El callejón de las almas perdidas. Dune, de Denis Villeneuve, con varios premios “técnicos”

La emotiva sección In Memoriam que cada año rinde homenaje a los ausentes, recordó este año a dos indiscutibles de nuestro cine: el director Felipe Cazals y la actriz Carmen Salinas. Año de conmemoraciones, el Óscar celebró los 60 años de la primera película de James Bond (El satánico doctor No, de 1962, de Terence Young, protagonizada por Sean Connery, con Ursula Andress como la primera chica Bond) y los 50 años del estreno de una obra maestra: El padrino, de Francis Ford Coppola. Momentos brillantes eclipsados por la bofetada de Will Smith a Chris Rock. Un chiste de pésimo gusto de Rock desata la ira de Smith que minutos más tarde obtendría el premio al mejor actor. Uno de los episodios más bochornosos de la historia del premio. El discurso de Smith queda como testimonio del mundo absurdo que vivimos actualmente.

Lejos están los rechazos al Óscar de George C, Scott o Marlon Brando; la irrupción del activista por los derechos gay, Robert Opel, desnudo por el escenario en 1973; la vergonzosa historia de racismo que impide a Hattie McDaniel recibir su premio en 1940 por Lo que el viento se llevó.

Ante millones de espectadores Will Smith confundió tristemente la hombría con la violencia y Chris Rock al humor con la majadería. Parece que lo que menos importa es la voz de Jada Pinkett, esposa de Smith, víctima de la ofensa. La ceremonia del Óscar es lo que siempre ha sido: espectáculo.

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Jaime Vázquez es promotor y gestor cultural con una trayectoria de más de 40 años. Estudió Filosofía en la UNAM. Fue docente en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha publicado: cuento, crónica, reportaje, entrevista y crítica en diversos diarios y revistas. Colaborador de la Enciclopedia de México. Conductor en Los Contertulios de Radio Educación, y en Amor por los libros para Puebla TV.  

@vazquezgjaime