EFE / La Voz de Michoacán Ciudad de México. El músico Adán Jodorowsky ha atravesado por cambios radicales a lo largo de su vida, en 2018 abandonó toda su historia para comenzar desde cero y con casi cuatro años de distancia asegura que ha podido reconciliar su presente con su pasado y ya prepara la salida de su nuevo disco de canciones inéditas. "Todos los cambios son radicales, son como una muerte. Fue muy fuerte, ahora pude equilibrar el antiguo yo con el nuevo yo, ponerlos juntos para avanzar en la vida, pero antes tuve que cortar con el pasado, me vestí de blanco, me había transformado en gurú y después me di cuenta que no lo soy, pero ese cambio me dio mucha fuerza para seguir adelante", asegura en entrevista con Efe. Jodorowsky se considera melancólico, su mirada musical siempre está puesta en el pasado y la prueba de ello está en su sonido. En su último proyecto musical, "Mis grandes éxitos" (2020), reversionó temas franceses muy populares que no eran tan conocidos en Latinoamérica cantados en español con la consigna de tocar fielmente la instrumentación original. El esfuerzo le valió una nominación a los premios Latin Grammy en 2021, y el trabajar en "covers" le dio la oportunidad de enfocarse a la escritura de música inédita que ya tiene ordenada en el formato de disco, pero que aun tardará todo el año en su mezcla. "Desde 'Amador' (2010) no hice un disco que me gustara realmente. Antes era más conceptual, quería gustar, pero ese disco lo hice para mí sin pensar en ningún éxito. Ahorita (para el nuevo material) no estoy pensando en sencillos, hice canciones que me gustan, a las que yo les pondría 'play' y pueda decir esa música me gusta", relata el músico de 42 años. Mientras eso llega, el hijo del cineasta chileno Alejandro Jodorowsky puso la pieza que faltaba en el rompecabezas del álbum "Mis grandes éxitos" con el tema "Aline" junto a Mon Laferte.