EFE / La Voz de Michoacán Madrid, España. La periodista y presentadora Sandra Sabatés se ha sumergido a través de su último libro en el horror que han vivido diez mujeres víctimas de algún tipo de violencia a las que identifica con protagonistas de cuentos tradicionales como Caperucita, un relato que "realmente es la historia de una violación". En "No me cuentes cuentos" (Planeta), Sabatés narra la historia de diez víctimas de violencias machistas como la violación, la mutilación genital, los abusos por parte de un padre, el maltrato físico, entre otras, con el objetivo, según asegura en una entrevista con Efe, de poder dar herramientas a otras mujeres que han pasado por lo mismo y que denuncien. Caperucita, Piel de asno, la Bella y la Bestia, La Bella Durmiente, La Sirenita o Blancanieves son algunos de los capítulos de este libro en el que también aparece El Rey del Pico de Tordo, Barba Azul y Rumpelstilskin. "Los cuentos clásicos nos permiten enfrentarnos a nuestros propios fantasmas, no son más que un reflejo de la sociedad de un momento determinado, y es importante tenerlo en cuenta, y haciendo ese paralelismo hemos avanzado mucho en cuestiones de igualdad pero esa violencia machista la seguimos arrastrando", afirma Sabatés. El primer relato es el de Caperucita, quien en esta ocasión es la joven víctima de violación en los Sanfermines de 2016 de La Manada y es el comienzo del libro porque este cuento tradicional de Charles Perrault era su favorito de la infancia, pero con el tiempo se dio cuenta, ya siendo adulta, de lo que hay detrás de esa historia de la niña con capa roja que va camino de la casa de su abuelita por el bosque, sola. "Te das cuenta de que la manera en la que te lo han contado no es la misma lectura que haces cuando llegas a una cierta edad y es que están contando realmente la historia de un violación", asegura la presentadora de "El Intermedio", de La Sexta. Y empezó a establecer el paralelismo de Caperucita con la joven víctima y los lobos, con La Manada. "A partir de ahí empecé las demás historias", todas ellas cuentan con las vivencias de las mujeres, que han supervisado el relato y han contado con su aprobación antes de la publicación de la obra. Reconoce que hasta no hace mucho no había caído en que detrás de este tipo de cuentos "muchas veces se escondía una violencia brutal contra la mujer": "En las calles y en las casas de nuestro país sigue habiendo caperucitas y bellas durmientes porque hay violaciones, mutilaciones, violencia física, psicológica, matrimonio forzados y todo esto está pasando en nuestro país. Subraya que "ha sido muy duro" escribir el libro por todo el dolor que ha visto en las diez mujeres, quienes tras mucho tiempo de terapia cada vez que reviven lo que han pasado "se vienen bajo" y la mayoría tiene secuelas físicas y psicológicas, les es muy difícil quitarse el sentimiento de culpa que llevan encima. Por eso es consciente de que lo que les ha pedido es "realmente complicado", y es traer al presente el duro pasado, algo que tenían latente "pero escondido". En el caso de La Manada, el relato de los hechos lo ha realizado con extractos de las sentencias judiciales. La periodista considera que los medios de comunicación tienen una responsabilidad social y deben servir como altavoz de las víctimas, aún más en un momento "que tenemos a la extrema derecha empujando e insistiendo en que la violencia machista no existe". "Estos mensajes negacionistas son un peligro (...) y están calando. Normalizan la violencia y estamos yendo a una deriva que hay que atajar cuanto antes", sentencia Sabatés.