COLUMNA Traspatio LibreríaMara Rahab Bautista López Este sábado se conmemora el Día Internacional del Libro, y ¿Qué significa celebrar al libro? ¿Es lo mismo que celebrar la lectura? Puede parecer lo mismo, son el dueto inseparable, pero cada parte tiene sus particularidades. Cercano al Día del Libro vemos por muchos lados presentaciones, charlas, talleres, festejos, fiestas y eso es tan esperanzador que, es contagiosa la alegría por celebrar al libro; hay eventos para todas edades y gustos. La fiesta del libro me parece una de las más inclusivas, más pertinentes y perseverantes, así como el objeto mismo. El libro tiene una gran historia… Dice Irene Vallejo en el prólogo de su libro El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo: “…El libro ha superado la prueba del tiempo, ha demostrado ser un corredor de fondo. Cada vez que hemos despertado del sueño de nuestras revoluciones o de la pesadilla de nuestras catástrofes humanas, el libro seguía ahí. Como dice Umberto Eco, pertenece a la misma categoría que la cuchara, el martillo, la rueda o las tijeras. Una vez inventados, no se puede hacer nada mejor”. Y en este mundo que ahora parece retomar otro ciclo en la historia, siguen los libros, siguen intercambiándose sus contenidos, cambian de dueño, de lugar, de sentido, de formas, seguimos hablando de ellos, los celebramos, los cuidamos, los exponemos al mundo. La edición independiente tiene un lugar importante en ese sentido. A lo largo de varios años han surgido propuestas de edición que, apuestan a generar productos culturales que transformen o al menos inviten a la reflexión y al análisis de nuestro entorno y nuestros contextos. Desde los más pequeños, hasta los adultos mayores, hoy en día tenemos posibilidad de acceder a lecturas –a través de los libros- más incluyentes, abiertas, renovadas; lecturas que desde el ámbito escolar, familiar o personal apuestan por los cambios en favor del desarrollo humano dirigido a una sociedad más crítica, observadora y reflexiva; una sociedad que no consuma exclusivamente lo dictado por los grandes consorcios; atrevida a decidir su consumo cultural dentro de una gran oferta de posibilidades. La posibilidad de acceder a estas lecturas es gracias a un todo un equipo de personas que trabajan para otorgar esta opción de lectura y se aplica para ponerla al alcance de la mayoría. Tomando en cuenta que el porcentaje de personas que, conocen o se han acercado a esta posibilidad, observamos lo titánico de esta misión; no solo por la competencia con tantas variables que pueden obstaculizarlo, sino por la responsabilidad de acercar productos culturales que en efecto sumen a los objetivos antes citados Ser tenaz, paciente, autocrítico y además sobrevivir en un mercado tan competido, no es tarea sencilla, requiere de compromiso y lealtad con los ideales y valores establecidos para realizar este trabajo. Es en este aspecto, donde encontramos relevante el trabajo de las llamadas editoriales independientes. Editoriales que en fechas recientes han tenido un despunte y un auge en la distribución de libros. Acá las recomendaciones de editoriales independientes para festejar este Día del libro: Ediciones AntílopeImprontaAlmadíaGris TormentaLa Cifra EditorialParaíso PerdidoTraficantes de sueñosTumbalacasaElefanta EditorialArgonáuticaAlborotoEl Naranjo EdicionesTecoloteKalandrakaThule