Joven fue acosada y agredida en plena Madero; testigos sólo se burlaron hasta que otra mujer la auxilió

En su cuenta de Facebook, una joven relató cómo fue perseguida, acosada y agredida sexualmente por un sujeto en pleno Centro de Morelia

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Por medio de su cuenta de Facebook, un joven denunció el acoso y agresión sexual de que fue víctima mientras caminaba por la avenida Madero Poniente de esta ciudad. En lugar de ser auxiliada, muchos transeúntes sólo se burlaron de ella, hasta que otra joven vio la dimensión del problema y la ayudó.

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En su cuenta de Facebook, la joven, de nombre Lizbeth Calderón, relató que ayer domingo, a las 19:00 horas, decidió ir caminando del Mercado de Dulces al Monumento a Lázaro Cárdenas por la avenida Madero Poniente. Cabe señalar que a esa hora aún hay luz natural y ese tramo es muy transitado, tanto por peatones como por automovilistas, lo que la hizo sentir segura.

Lizbeth señala que al llegar al Café Mechuacan, entre las calles León Guzmán y Guadalupe Victoria, un sujeto comenzó a seguirla. Entonces ella primero decidió esperar a que él se fuera de largo, pero siguió tras sus pasos, por lo que aceleró la marcha, cosa que el individuo, descrito como moreno, de complexión delgada, con tatuajes y vestido con playera azul, pantalón de mezclilla, tenis blancos y una gorra gris, también hizo.

Al acelerar el paso, el sujeto también se mantuvo a una distancia de un metro de ella. Fue entonces cuando unas personas que estaban sobre la acera se limitaron a decirle “ya perdona a tu hombre”, y él siguió en esa tónica pidiendo perdón para disimular. Fue entonces cuando se le acercó más.

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Me veía morbosamente. Me tocó mis pechos, me dijo se va pudrir ese tatuaje reina”.

Al llegar a la boutique D’Luo, en la esquina de avenida Madero Poniente y la calle Vicente Riva Palacio, decidió correr, y las personas que la vieron asumieron que ella y el sujeto estaban jugando. Así llegó hasta la Plaza Miguel Hidalgo, de la Clínica del IMSS y decidió esperar.

Al pensar que ya lo había perdido, Lizbeth decidió seguir su camino, pero a los pocos metros volvió a verlo: aún la seguía. Así llegó hasta un expendio de pan ubicado casi en la esquina con avenida Nocupétaro, donde se dio media vuelta para enfrentarlo, a lo que el sujeto sólo le dijo “vas a ser mía”. Entonces decidió volver a correr.

“Yo corrí a donde hubo más gente. Había como 6 personas esperando el camión frente al Oxxo” de avenida Madero, frente al Monumento. Entonces, “una chica se dio cuenta de todo y lo enfrentó. Me pareció conocerla, no sé, yo le pedí su número porque estaba a muy paranoica”, relata.

“Ese hombre venía hablando con alguien y decía ‘hoy vamos a comer bien rico’. Pensé lo peor. Que estaban muy al pendiente de mis movimientos. Le pedí su número a la chica y estuvo al pendiente. Le tomó fotos al hombre ese. Al final el cobarde se subió al camión. Llegué con bien a casa”, concluye el relato de Lizbeth Calderón.