Agencias / La Voz de MichoacánCuando le preguntaron a Don Mattingly sobre el cuadrangular de Jorge Soler, el manager solo atinó a decir con una sonrisa: “impresionante’‘. Sin duda, el palo de vuelta entera del cubano era la premonición de que la ofensiva iba a funcionar mejor en el regreso a casa de los Marlins. A 268 pies de distancia para convertirse en el tercer jonrón más largo en lo que va de contienda, el palo de Soler -que a muchos recordó los de Giancarlo Stanton- en la primera entrada con un hombre en circulación, fue el detonante perfecto para la vicrtoria 8-6 sobre los Marineros delante de 9,963 aficionados. “Desde que le di, sabía que la bola iba a caminar’‘, comentó Soler. “Me había preparado porque el lanzador era un hombre de una recta rápida y esoi era lo que estaba buscando para conectar. Creo que en los últimos días estoy bien mejor la pelota’‘. A 268 pies de distancia para convertirse en el tercer jonrón más largo en lo que va de contienda, el palo de Soler -que a muchos recordó los de Giancarlo Stanton- en la primera entrada con un hombre en circulación, fue el detonante perfecto para la vicrtoria 8-6 sobre los Marineros delante de 9,963 aficionados. El ataque ofensivo de Miami se distribuyó en los tres capítulos iniciales, especialmente en el segundo, cuando el equipo pisó la goma en cuatro ocasiones para borrar una ventaja de una, porque Seattle le había fabricado tres carreras a Elieser Hernández en la parte alta del tramo. “Ciertamente, el pitcheo nos mantuvo arriba en estos últimos días’‘, expresó Miguel Rojas, quien también conectó un bambinazo de cuatro bases en el tercer episodio. “No siempre ofensiva y pitcheo van a confluir, pero cuando eso suceda, vamos a estar mucho mejor que ahora’‘. Hernández no estuvo tan hermético como Sandy Alcántara, Pablo López o Trevor Rogers en las jornadas anteriores, pero se las arregló para apuntarse la victoria y una apertura de calidad al cerrar el gasto ofensivo de los visitantes en esas tres anotaciones con cinco hits, un pasaporte y cinco ponches. Básicamente, esto es lo que esperan los Marlins de Hernández y Jesús Luzardo, quien subirá este sábado a la lomita para el segundo encuentro de la serie, que mantengan al equipo en juego y acompañen en lo posible la faene de los tres caballos de la rotación. A pesar de su tremendo momento y su racha de seis ictorias, el alto mando de la organización considera que este grupo no ha alcanzado el máximo de su potencial y esperan que Solor y Avisail García, quienes batean para .178 y .190, respectivamente, comiencen a producir de manera más consistente en los próximos días. Los Marineros llegaron a este juego después de sufrir contra los Rays de Tampa Bay. Su ofensiva se mantuvo en silencio en los últimos dos juegos de esa serie y necesitaban que sus bates despertaran en el loanDepot park, algo que realmente sucedió, pero no en la magnitud para llevarse la victoria. Tal vez sea agotamiento por la gira o la poca costumbre de ver a este pitcheo, pero lo cierto es que los Marineros han jugado un buen béisbol en este inicio de temporada y no por gusto se encuentran en la segunda plaza de la División Oeste de la Americana solo por detrás de los Angelinos.