Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Hasta un 99 por ciento de las violaciones contra la libertad de expresión y agresiones contra periodistas quedan impunes en Michoacán. El poder del Estado y fenómenos como la delincuencia organizada siguen incidiendo en que la expresión oral y escrita estén amenazadas. En el marco de la conmemoración del Día de la Libertad de Expresión, organizaciones locales y periodistas señalaron la situación que se vive actualmente en Michoacán, principalmente en las regiones de conflicto, como Tierra Caliente, la Sierra Costa, la región Oriente y otras. Andrés Resillas, presidente de la Asociación Michoacana de Periodistas (Amipac), manifestó y denunció públicamente las condiciones a las que se enfrentan los comunicadores en el día a día. Coincidió con las cifras compartidas por parte de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación federal, en donde se advierte que es más peligroso un aparato de gobierno local que el crimen organizado para la libertad de expresión. “Este año nos han matado a varios compañeros. El porcentaje de impunidad no es del 93 por ciento, como vino a decir el subsecretario Encinas. En Michoacán es del 99 por ciento. No conocemos un solo caso que haya sido sentenciado. Michoacán es una zona de silencio en muchas regiones. Sigue siendo una zona de miedo para los compañeros que optan por la autocensura a enfrentarse a los poderes fácticos”, manifestó el periodista. Durante la entrega de la ofrenda floral en memoria del periodista mexicano Francisco Zarco, los integrantes de la Amipac cerraron filas para exigir garantías en expresarse. Por su parte, desde la región de Tierra Caliente, en el municipio de Apatzingán, Amada Prado, reconocida comunicadora con más de 20 años de experiencia en reportar las condiciones de violencia de las zonas de conflicto, señaló al crimen organizado como el principal obstáculo al que se enfrentan los periodistas y comunicadores de la región. “El principal problema que enfrentamos los periodistas en Tierra Caliente es el mismo tema que vemos en otras partes del estado, como en Zitácuaro o Los Reyes. El problema es de inseguridad, falta de garantías para ejercer nuestro trabajo. La presencia del crimen organizado ha venido a alterar cualquier parámetro dentro del trabajo que conocíamos antes. Desde 2006 a la fecha todo ha venido desencadenado esta secuencia de eventos de violencia hasta lo que tenemos hoy", explicó. Actualmente los periodistas que laboran en las zonas de conflicto han tenido que adecuarse y crear sus propios protocolos de protección ante la falta de apoyo de los tres niveles de gobierno para documentar la auténtica condición de violencia que se vive en las distintas regiones. Sólo en lo que va de 2022, son dos periodistas michoacanos asesinados en el Oriente del estado, después de que incluso denunciaron ser víctimas de extorsión, amenazas y agresiones por parte de instituciones locales. Ante dicha situación, el periodista Melchor Ornelas advirtió sobre la tendencia de autocensura en la que han caído decenas de medios de comunicación ante el riesgo de trabajar el periodismo de oficio en un contexto que pone en riesgo tanto al comunicador como a su familia. Aseguró que la situación más compleja se vive lejos de Morelia, en territorios donde el brazo del Estado no ha llegado y no garantiza la integridad de quienes se dedican a la comunicación. “Los que están ahorita en Tacámbaro, en Jacona, en Zitácuaro o en Ciudad Hidalgo levantando la noticia y conviviendo con los peores enemigos, que son las autoridades locales, porque no están impuestos a que les ayudemos. Nos estamos acostumbrando al boletín por la seguridad. Si hubiera seguridad habría periodismo de oficio, de seguirle los pasos”, manifestó. La Unidad de Defensa de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación reconoció que dicha condición de riesgo en las distintas regiones del estado obedece a que muchos municipios y autoridades locales de primer contacto están involucrados con el crimen organizado y actividades ilícitas que derivan en condiciones de violencia como las que viven regiones completas de Michoacán y del país. En lo que va de 2022, al menos 3 periodistas michoacanos fueron acogidos en mecanismo de protección mientras que, de diciembre de 2018 a la fecha, suman 17 casos de protección de comunicadores.