EFE / La Voz de Michoacán La Habana. Georgina, una cubana de 30 años residente en EUA, confía en poder dejar en breve de improvisar cada vez que quiera mandar dinero a su abuela en Cuba tras dos años difíciles. El anuncio del Gobierno de Estados Unidos de que eliminará el límite de mil dólares por persona y trimestre a las remesas facilitará las ayudas económicas que manda mensualmente a su abuela materna, de 74 años, a Cienfuegos (centro de Cuba). Hasta 2020, ella y su familia utilizaban el sistema más habitual para mandar el dinero que lograban reunir entre todos: las oficinas de Western Union, una compañía norteamericana dedicada al envío de divisas. Pero eso acabó en noviembre de 2020. En esa fecha, el entonces presidente de EUA, Donald Trump, prohibió cualquier transacción entre Estados Unidos y Fincimex, el brazo financiero del conglomerado estatal cubano Cimex que trabajaba con Western Union. El anuncio provocó el cierre inmediato de las más de 400 oficinas de la compañía estadounidense en la isla. Y el comienzo de un montón de quebraderos de cabeza para la mayoría de los más de dos millones de cubanoamericanos que se estima que viven en Estados Unidos. Al principio, Georgina, como muchos cubanos afincados en EUA, empezó a enviar dólares a través de una mula (persona que carga con el dinero en avión y lo entrega físicamente al llegar a Cuba). Cuba permite a actualmente ingresar en el país divisas por valor de hasta 5 mil dólares sin tener que declararlos. Buscamos personas por Facebook que vayan allá, hay quienes hasta se anuncian”, relata a Efe en una llamada telefónica. En las redes sociales era relativamente sencillo encontrar personas que ofreciesen para trasladar el dinero a la isla, aunque con una comisión que podía llegar superar el 30% del montante enviado (en Western Union la cuota era del 5%).