Olivia Tirado /Corresponsal La Voz de Michoacán. Tlalpujahua, Mich.- El 70 por ciento de los productores esfereros,después de la gran temporada navideña, no tienen recursos para trabajar en la esfera y vivir los 8 meses que permanecen ajenos a esta producción, por lo que, aproximadamente, el 35 por ciento de ellos se emplean en diferentes oficios y el otro 35 por ciento comercializa otros productos. El 30 por ciento de los esfereros ofertan nuevos productos y menos del 20 por ciento (incluidos en el 30 por ciento) de los mismos, busca la innovación y clientes a partir de enero, para trabajar en este pilar económico el resto del año. Abel Castillo Martínez, presidente del Consejo Michoacano de Marcas Colectivas manifestó que los talleres que no trabajan en este oficio de enero a octubre, son más de 150, lo que equivale la falta de empleo más de 300 familias. Hay 60 talleres que son productores directos todo el año, y son los que tienen –actualmente- la producción propia del 14 de febrero, además de que algunos trabajan en los nuevos diseños de 2014. “Hacen recuerdos para toda ocasión, los cuales consiste en artículos realizados en vidrio de esfera, como diversos tipos de flores hasta llegar a corazones, globos, alhajeros y más. La variedad crece con el tipo de terminado que se le dan, ya que algunos arreglos van con flores o rosas naturales y otros con artificiales”. Estos artículos son vendidos en los mercados del Estado de México y la zona conurbada del Valle de México, además de Querétaro, San Luis Potosí y más. “Gente del Estado de México se lleva un 60 por ciento a la frontera con Estados Unidos, lo que significa una buena venta. Estos mismos artesanos vuelven a vender el 10 de mayo sus productos, mismos que son similares a los del 14 de febrero. Parte de estos esfereros ya trabajan en la decoración de nuevos diseños de esferas para la producción de la siguiente temporada navideña, además de los recuerdos. En la tendencia de 2014, predominará el tamaño tradicional, además de crecerlo un poco, al mismo tiempo trabajarán la esfera de miniatura. “Desde luego, se continuará con la innovación en meter esfera en miniatura pero modificada para ser utilizada como medallón, como pulseras o aretes. La gente lo ve como una novedad, pues encuentran en la misma esfera un arte navideño más”. Los que no trabajan ( el 70 por ciento), un 35 por ciento se dedica a otras actividades que van desde el comercio en general, propiamente en los tianguis y el otro 35 por ciento buscan empleo como albañiles, choferes, trabajo propios del campo y más. “Lo que ganan en las esferas es poco, derivado de la poca capacidad que tienen, técnicamente, en relación a la comercialización y producción de las mismas; por lo que no obtienen las utilidades que deberían de generarse para mantener la producción constante. “Una buena parte de esta gente (cuando está la feria) va al día, de acuerdo a lo que van vendiendo; después se emplean en lo que pueden. En los 150 talleres, se emplean a una o 2 familias más, por lo que son más de 300 familias las afectadas. Estos artesanos inician su producción la primera semana en que la Feria de la Esfera empieza a vender, que es cuando obtienen un poco de recurso de lo que se les consume del producto que se les quedó un año atrás. Con lo que ganan van comprando material (aunado al poco que tienen en reserva), pues los créditos están cerrados. Aparte de que un artesano de bajo nivel no tiene ni siquiera un crédito, por no poseer las garantías que se piden”, recalcó Abel Castillo Martínez. A estas personas se les queda esfera –aseguró Abel Castillo-, porque hacen de la más común; por lo que el 70 por ciento de los artesanos no forman parte de los productores innovadores. Apenas un 20 por ciento es el que busca la innovación de hasta más de 10 diseños, pues mezclan diferentes colores. La esfera puede ser de la misma forma redonda, pero con diferente diseño, lo que hace que sea fuera de lo común.