EFE / La Voz de Michoacán Redacción Ciencia. Un tomate rico en vitamina D, tanta como la que hay en dos huevos de tamaño medio o 28 gramos de atún. Ese es el resultado de una investigación que publica hoy Nature Plants en la que se ha editado genéticamente este alimento. Un equipo de investigadores encabezado por el Cetro británico John Innes usó la edición de genes para desactivar una molécula específica en el genoma de la planta que aumentó la provitamina D3, tanto en el fruto como en las hojas de las plantas de tomate. A continuación, la convirtieron en vitamina D3 mediante la exposición a la luz UVB. La vitamina D se crea en nuestro cuerpo tras la exposición de la piel a la luz UVB, pero la principal fuente son los alimentos, por lo que este nuevo cultivo biofortificado podría ser una innovación sencilla y sostenible para abordar un problema de salud mundial, señala el centro de investigación en un comunicado. Este tomate “podría ayudar a millones de personas con insuficiencia de vitamina D, un problema cada vez mayor vinculado a un mayor riesgo de cáncer, demencia y muchas de las principales causas de mortalidad”. Algunos estudios señalan que la insuficiencia de esta vitamina “está relacionada con una mayor gravedad de la infección por covid-19", indica el Centro John Innes. Los tomates contienen de forma natural uno de los componentes básicos de la vitamina D3, llamado provitamina D3 o 7-dehidrocolesterol (7-DHC), en sus hojas en niveles muy bajos, pero esta no se acumula normalmente en los frutos de los tomates maduros. Los investigadores del grupo de la profesora Cathie Martin en el Centro John Innes utilizaron la edición genética CRISPR-Cas9 para realizar revisiones en el código genético de las plantas de tomate de forma que la provitamina D3 se acumule en el fruto del tomate. "Hemos demostrado que se pueden biofortificar los tomates con provitamina D3 mediante la edición de genes, lo que significa que los tomates podrían desarrollarse como una fuente vegetal y sostenible de vitamina D3", dijo Martin.