Redacción / La Voz de Michoacán Inglaterra. Por años los científicos han querido replicar las articulaciones que se forman de manera natural en los humanos para poder usarlos en tratamientos para pacientes que los requieren, pero hasta ahora solo habían podido hacer crecer células en placas de preti, las cuales no tienen la posibilidad de moverse o estirarse, pero ahora esto podría ser posible gracias a un nueva técnica desarrollada en la Universidad de Oxford. Una de las grandes desventaja de los cultivos de tejidos humanos en placas preti, al crecer en un entorno estático, no adquieren la capacidad de moverse, doblarse o estirarse como lo hacen las naturales, es por ello que un grupo de científicos, con ayuda de la ingeniería robótica, lograron desarrollar un nuevo método que permite entrenar estos tejidos para que puedan adquirir movimiento. La nueva técnica que se desarrollo para lograrlo fue la de hacer crecer células directamente en esqueletos robóticos en movimiento, por lo que los investigadores construyeron una articulación de hombro artificial que tiene la capacidad de reproducir con bastante precisión los movimientos que hace un hombro humano, colocaron encima de esta un bioreactor con cadenas de filamentos biodegradables y, Justo alrededor de los filamentos, colocaron una cámara con liquido rico en nutrientes para poder impulsar el crecimiento de las células. Para estimular aun más el crecimiento de las células, la articulación robótica las sometió a un entrenamiento de 30 minutos de ejercicio al día en donde imitaba los movimientos de un hombro real para que están aprendieran a moverse como tal. Con esta nueva técnica, los investigadores pretenden que estas células cultivadas en la articulación robótica logren ser flexibles y adquieran la capacidad de estirarse tal y como las humanas, y de probar esto, los tejidos podrían permitir realizar diversos tratamientos para una variedad de afecciones. Cabe resaltar que este nuevo concepto de ingeniería e tejidos todavía está en una etapa muy temprana y aun falta someterse a una serie de pruebas para poder iniciar ensayos con pacientes humanos, sin embargo, su futuro se ve bastante prometedor y, además, su enfoque también podría ser usado en la producción de injertos de tejido funcional y en el desarrollo de sistemas robóticos avanzados.
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