Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán.- Hasta un 50% de los municipios michoacanos incumplen con los niveles de cloración en el agua potable que suministran a miles de domicilios. La proliferación de bacterias y enfermedades, son un riesgo latente en la actualidad a través de las enfermedades gastrointestinales. En voz de Hebert Flores Leal, titular de la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COEPRIS), es la falta de recursos y manejo de los municipios lo que ha derivado en dicha condición. Son principalmente territorios rurales con presupuestos limitados los que han incumplido con la cantidad de cloro necesaria para eliminar agentes patógenos en el agua para el consumo humano. Destacó, se descarta promover sanciones hacia más demarcaciones para evitar mayores afectaciones económicas en el corto plazo. En su lugar, trabajarán en el acompañamiento de los organismos de agua potable de todo el estado. Hay un porcentaje alto que les hace falta para llegar al porcentaje de cloración. No proporcionan el suficiente cloro que necesitan sus pozos. No tiene que ver con corrupción, muchas veces se les acaba el recurso y estamos buscando ayudarles también con insumos para que cloren sus aguas “, explicó. Actualmente no se tiene un informe pormenorizado de enfermedades gastrointestinales en el estado de Michoacán. Se estima que, durante la temporada de calor, dichos padecimientos repuntan de manera significativa. “Cuando el índice de cloración no es el adecuados deriva en que pululen algunas bacterias y que el índice se salga de la norma. Solo lo revisamos cuando hay un reporte. El riesgo es de enfermedades gastrointestinales, es muy fuerte “, concluyó el especialista. Por su parte, el doctor Elías Ibarra Torres titular de la Secretaría de Salud de Michoacán, advirtió sobre las necesidades de trabajar en coordinación con los municipios para atender cualquier riesgo sanitario. Cuestionado sobre el tema del agua, el funcionario y especialista en epidemiología, explicó que actualmente no se tienen identificados brotes de cólera, pandemia que impactó hace 30 años a miles de personas en todo México. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte que el agua contaminada y el saneamiento deficiente están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. La gestión inadecuada de las aguas residuales urbanas, industriales y agrícolas conlleva que el agua que beben cientos de millones de personas se vea peligrosamente contaminada biológica o químicamente. Para la salud también puede ser determinante la presencia natural de productos químicos, como el arsénico y el fluoruro, particularmente en aguas subterráneas. Además, en el agua para consumo humano pueden aparecer otros productos químicos, como el plomo, en cantidades elevadas como resultado de la lixiviación de componentes relacionados con el suministro de agua. Se calcula que unas 829 mil personas mueren cada año de diarrea como consecuencia de la insalubridad del agua, de un saneamiento insuficiente o de una mala higiene de manos, siendo que la diarrea es ampliamente prevenible y la muerte de unos 297 mil niños menores de cinco años podría prevenirse cada año si se abordasen estos factores de riesgo. En los lugares donde el agua no es fácilmente accesible, las personas pueden considerar que lavarse las manos no es una prioridad, lo que aumenta la probabilidad de propagación de la diarrea y otras enfermedades. Michoacán, panorama complejo Para el caso de Michoacán, el panorama es complejo. Se estima que al menos las 105 mil viviendas de Michoacán no cuentan con un sistema de drenaje sanitario, asimismo, otro número importante no cuenta con agua de la calidad necesaria para evitar problemas de salud. Aunado a esta problemática, únicamente el 40 por ciento de las aguas residuales son tratadas, por lo que grandes volúmenes de aguas con residuos orgánicos y químicos terminan en los mantos superficiales. Existen diversas regiones en las cuales se usa el agua contaminada por uso humano para el riego de cosechas, lo que desemboca en más problemas de salud para la población. Se estima que el 80 por ciento de los contaminantes que reciben los cuerpos de agua de nuestro estado se compone de materia orgánica, que, si bien es tratable y recuperable en cuanto a su calidad, aun no se ha generado un programa para rescatarla calidad del vital líquido.