Dante Bernardo Martínez Vázquez Cuando hablamos de Morelia, es inevitable no pensar en su patrimonio arquitectónico colonial, su centro histórico con sus más de 1,300 edificios, obra que a la fecha es considerada como patrimonio cultural de la humanidad y uno de los destinos turísticos más atractivos en materia de historia. Pero a pesar de lo bello que es el centro histórico, la realidad es que lo que vemos hoy en día, son edificios que en su gran mayoría corresponden a los siglos XVIII y XIX, momento en el cual Valladolid hoy Morelia, vivió un período de especial esplendor que se ve reflejado en la magnificencia de sus construcciones. Eso significa que son pocos los edificios que corresponden al siglo XVII y todavía más pocos, aquellos que pertenecen al lejano siglo XVI, época en donde se fundó la ciudad de Valladolid; esos edificios están prácticamente imperceptibles, en espacios que uno no pensaría que ahí están, pues aunque no lo crea, la mayoría de los edificios más antiguos de Morelia, no se encuentran en el centro histórico, sino en los alrededores de la ciudad, en puntos donde solamente los muy conocedores sabrían identificar. La gran mayoría de los morelianos, conocemos la versión de que la ciudad de Valladolid se fundó en la precisamente llamada “plaza Valladolid” en donde se encuentra el convento de San Francisco, y rápidamente asumimos que entonces dicho convento debe de ser la construcción colonial más antigua de la ciudad; no obstante, suceden dos cosas, la primera que si bien es cierto que en alguna de las zonas cercanas a la plaza Valladolid se debió haber fundado Morelia, esta plaza no es la misma que mandó a construir el Virrey Antonio de Mendoza, y en segundo lugar el convento, tampoco es el convento auténtico que se construyó en 1543 de adobe, pues el edificio que podemos apreciar hoy en día, realmente se comenzó a edificar en 1585 culminando su construcción en 1610. Si bien sí es la construcción más antigua del centro histórico de Morelia, no es la construcción franciscana de la primera mitad del siglo XVI. El segundo aspecto a tomar en cuenta, es que antes de Valladolid, existió otro asentamiento colonial más temprano: la encomienda y pueblo de Guayangero. Después de la muerte del último Irécha de Michoacán, Tzitzicha Tangaxóan, en 1530, en el mismo año o un año posterior arribó a Michoacán el español Gonzalo Gómez, a quien se le encomendaron las tierras del pueblo de Guayangero, un asentamiento de origen prehispánico, caracterizado por la presencia de Purépecha hablantes, pero también Matlatzinca o pirinda hablantes, es decir, un pueblo múltilingüistico. Lo que se sabe sobre la ubicación de dicha encomienda, es que efectivamente no se encontraba en la zona del actual centro histórico de Morelia, sino a las laderas de la tan conocida loma de Santa María que fue donde estuvo el asentamiento indígena más importante del valle de Morelia. Los trabajos de investigadores como Carlos Paredes y Carlos Herrejón Peredo, han brindado importantes datos para revelar la ubicación exacta de donde construyó su casa Gonzalo Gómez en 1530 o 1531, y todo apunta a que precisamente está se localizó en lo que hoy se conoce como “filtros viejos”, donde todavía a simple vista, uno puede ver las ruinas de lo que fue la hacienda del Rincón, hacienda que precisamente tendría origen en la encomienda de Gómez, pues como lo menciona el Dr. Carlos Paredes, la estancia de Gómez se encontraba en un lugar al que le llamaban “la ladera” o “el rincón” y que probablemente de ahí derivó precisamente el nombre de la Hacienda del Rincón. Por otro lado, se ha propuesto que la palabra “Guayangareo” tiene por significado “Loma Chata”, pero Carlos Herrejón Peredo precisamente se inclina porque el significado de la palabra en realidad es “en el rincón” lo cual sería una evidencia más de que el pueblo de Guayangareo se encontraba en un rincón de la loma de Santa María. Del mismo modo, las pocas descripciones que se tienen sobre la ubicación de Guayangareo, apuntan a que se encontraba sobre la loma de un cerro en donde nace el río, características fisiográficas que corresponden a la ubicación de la Hacienda del Rincón. ¿Y qué evidencias arqueológicas existen sobre la casa de Gonzalo Gómez? Si hoy en día se acercan a los filtros viejos, podrán ver claramente las ruinas de la hacienda del Rincón que forman parte del club campestre de Morelia, quedando solamente parte de la fachada que aparentemente correspondería a los siglos XVIII y XIX, pero alrededor de la reserva ecológica de los filtros viejos, es que podremos ver los vestigios de muchos conjuntos arquitectónicos que forman parte de la antigua infraestructura hidráulica de la hacienda, como el acueducto; aunque también hay muchos otros tipos de vestigios que corresponderían a edificios posiblemente anteriores, inclusive como lo afirmó en su momento Fabián Ruíz, en dicha zona hay una alta presencia de edificaciones de origen prehispánico, así como manifestaciones rupestres en los alrededores. Pero la edificación que más destaca, son los restos de un edificio sumamente destruido en donde solamente es perceptible los cimientos en una planta cuadrangular. Los muros de dicha construcción son a partir de una base de piedra, que es piedra en bruto local, y el resto era completado por adobe, quedando ya muy poco de ello. La ubicación de este edificio, a unos cuantos metros de la Hacienda del Rincón, hacia el este, y dicha edificación, bien pudiera tratarse precisamente de los restos de la encomienda de Gonzalo Gómez, más que nada por el tipo de arquitectura que presenta; pues parece ser de un estilo más antiguo que la explosión de los edificios de calicanto de la Morelia del XVIII y XIX, además de que el edificio se encuentra justo en la zona donde diversos especialistas han propuesto que ahí se encontraba la casa de Gómez, aunque harían falta mayores trabajos arqueológicos para corrobarlo. Pero de afirmarlo, harían de esta zona, el lugar de origen de lo que posteriormente fue Valladolid y hoy Morelia, el lugar con el edificio colonial más antiguo y un área sumamente interesante para la investigación histórica. Dante Martínez Vázquez, es licenciado en Arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Colaborador de los proyectos PAPAPCSUM y REPIMTAR del centro INAH, Michoacán. Actualmente cursa la maestría en Historia en la facultad de Historia, de la UMSNH. Email: Dante_dalton@outlook.com Academia.edu / Dante Martínez Vázquez