Calculan hasta 150 mil niños trabajando en Michoacán; empleo doméstico, al alza

En 15 municipios de la entidad es donde habría aumentado más este fenómeno: Aguililla, Buenavista, Tancítaro, Parácuaro, Ziracuaretiro, Tlazazalca, Jacona, Zamora, Uruapan, Morelia, Irimbo, Lázaro Cárdenas, Chavinda e Ixtlán.

Foto: La Voz de Michoacán.

Arved Alcántara / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Cuentas negras ha dejado la pandemia de la COVID19 también en la lucha para contener el fenómeno de trabajo infantil, sobre todo cuando éste hace referencia a actividades riesgosas. La semiparalización de las actividades educativas por al menos 18 meses debido a la imposibilidad de miles de familias acceder a la educación a distancia, sumado a la pérdida de las fuentes de trabajos de muchos adultos sólo agravó el problema.

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A falta un ejercicio estadístico más completo, las estimaciones de especialistas calculan que podrían superar los 130 mil y fácilmente llegar a los 150 mil menores de edad laborando en una actividad no permitida en Michoacán.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sippina) a nivel estatal ya advirtió sobre la problemática, que se ha extendido con más fuerza a partir la pandemia, desde las zonas rurales hacia los núcleos urbanos, incluyendo la ciudad de Morelia.

Hasta antes de la contingencia sanitaria el trabajo infantil ya se había advertido con una tendencia al alza por los fenómenos de violencia y carencias sociales, en tanto que Sipinna encuadró quince municipios en donde esta problemática habría aumentado con mayor notoriedad en los últimos dos años: Aguililla, Buenavista, Tancítaro, Parácuaro, Ziracuaretiro, Tlazazalca, Jacona, Zamora, Uruapan, Morelia, Irimbo, Lázaro Cárdenas, Chavinda e Ixtlán, son las demarcaciones donde más advierte dicha condición de alto riesgo de niños trabajando.

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Otra cuestión es que la problemática se ha normalizado ante los escenarios complejos financieros que atraviesan miles de familias michoacanas en zonas marginadas; “de las personas encuestadas el 10 por ciento decía que el trabajo infantil era necesario y que no violentaba los derechos de los niños”, reconoció Blanca Gabriela Pérez Santamaría, titular en el estado del Sipinna, quien agregó que una de las variantes que más ha incrementado en los últimos años es el trabajo infantil doméstico y hasta el 5 por ciento de los pequeños estaría laborando en este tipo de actividad.

Y es que en 2019 las cifras ya eran altas y preocupantes para las autoridades en la materia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) realizada por el INEGI con datos de ese año, más de 127 mil niños de entre 5 y 17 años de edad laboran dentro de una actividad no permitida en Michoacán. De este universo, 73 mil se encuentra bajo condiciones laborales reales de riesgo hacia su persona, por ejemplo, debido al uso de herramientas o elementos tóxicos. A eso se suman ingresos mínimos y hasta la falta de pago para el 18por ciento de los niños.

El ejercicio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) calculó que más de 45 mil niños michoacanos trabajaban en el sector primario, principalmente en las actividades agrícolas, laborando en la plantación y cosecha de diversos productos del campo para y abrirse paso ante las condiciones de pobreza.

La exposición a químicos y el uso de herramientas peligrosas constituyen dos de los principales peligros en este sector, aunque no las únicas. Muchas veces los niños tienen que desplazarse varios kilómetros hacia sus centros de trabajo, estando en el camino expuestos a la inseguridad y violencia propia de varias de las regiones agrícolas de la entidad.

Otro de los grandes problemas es la cantidad de trabajo y la exposición al sol, con jornadas extenuantes en condiciones de deshidratación que merman la salud de los pequeños que se dedican al campo.

Otros 17 mil menores de edad se emplean en el sector secundario, enfocados principalmente a la manufactura de productos en empresas pequeñas, un foco de atención del que poco se ha hablado y pocos datos reales se tienen.

Finalmente, 59 mil niños están en actividades comerciales y de servicios, entre los que pueden entrar los cientos de niños en cruceros de las ciudades, pero también los que salen a vender a carretera o en acceso a algunas poblaciones pequeñas. Ahí mismo figura el trabajo infantil doméstico, que se habría incrementado de 2020 a la fecha, de acuerdo con Sipinna.

¿EN QUÉ CONSISTE ESTA PROBLEMÁTICA?

El trabajo infantil se define como la participación de las niñas, niños y adolescentes en formas de trabajo prohibidas que, de acuerdo con la legislación nacional así como los convenios y recomendaciones internacionales, se refiere a la participación de personas de5 a 17 años que durante un periodo de referencia determinado participaron en el mercado laboral en sectores de actividad peligrosa, empleados por debajo de la edad mínima  y ocupados en servicios domésticos no remunerados de carácter peligroso, por realizarse en horarios prolongados y/o en situaciones de exposición a riesgos.

La inclusión al mercado laboral a edades tempranas puede traer consecuencias que afectan el desarrollo delas niñas, niños y adolescentes. Un menor de edad que trabaja puede, por un lado, disminuir el tiempo y calidad invertido en el estudio.