Redacción / La Voz de Michoacán Tijuana, México. Los grupos del narcotráfico en México suelen estar encabezados por hombres, pero hay una persona que se salió de esta marcada tendencia, su nombre es Enedina Arellano Félix, una mujer que logró estar a la cabeza de uno de los grupos criminales más famosos del país, el Cartel de Tijuana, y que hasta la fecha, su nombre sigue estando fuera de las listas de los más buscados en Estados Unidos y México, siendo así la mujer más poderosa dentro del mundo del narco. Enedina nació el 12 de abril de 1961, estudio contaduría en una universidad privada de Guadalajara y es la heredera del gran imperio del narcotráfico formado por sus hermanos en los años 80 y 90, el cual ella gestionaba gracias a sus conocimientos universitarios, ayudando así a su familia a realizar operaciones como lavado de dinero. Enedina triunfó dentro del Cartel de Tijuana gracias a una gran peculiaridad de dista mucho de las típicas vidas de los narcotraficantes comunes, los cuales se dan a conocer gracias a sus grandes rifles, sus camionetas lujosas y sus declaraciones de guerra a cualquier persona que se les ponga enfrente. Ella en cambio, opto por llevar un bajo perfil, se escondió entre las sombras y operó sigilosa y metódicamente. Las autoridades no la ponían dentro de las cabezas de la organización, pues ella solo apoyaba en las finanzas del negocio familiar, pero cuando sus hermanos Benjamín, Carlos, Eduardo, Francisco Javier, Francisco Rafael y Ramón fueron capturados uno a uno y asesinados, ella tomo el liderazgo de la organización, temporada en la que se le conoció como La Jefa o La Narcomami. A diferencia de sus hermanos, ella figuraba como una mujer perteneciente a las altas esferas sociales, y así, mientras su familia tomaba decisiones sobre como disputarse el territorio con Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada García, ella creaba negocios y hacia crecer la fortuna familiar. Mientras sus hermanos caían y su poder crecía dentro de la organización, la situación llamó la atención de las autoridades y su nombre comenzó a figurar en las investigaciones de la Fiscalía General de la República, por lo que en el 2005 abrieron una investigación para desmantelar la red de lavado de dinero del cártel de Tijuana, el cual era liderado presuntamente por Enedina. A pesar de los esfuerzos de la autoridad, a más de 15 años muchas de las propiedades que La Narcomami fundó gracias a su gran capacidad administrativa y financiera siguen intactas, mientras que otras, les fueron devueltas a la familia Arellano Félix, por lo que su fortuna esta casi completa y se presume es tan grande que podría mantener a los nietos de los nietos de los propio hijos de la familia. Enedina Arellano vestida de novia en 1985. (El Informador / Zeta Tijuana). El cártel ha sido desmantelado, o esto se piensa, puesto que la DEA cerró el caso cuando fue sentenciado Eduardo Arellano Félix, quien cumplió su sentencia en Estados Unidos en el 2021 y fue extraditado a México para terminar su sentencia en el Centro Federal de Readaptación Social No. 1 prisión de máxima seguridad en Almoloya de Juárez, Estado de México. Enedina y su familia siguen disfrutando de toda la fortuna amasada en los años de gloria del cártel de Tijuana, ahora tiene 61 años y sigue manteniendo un bajo perfil, la característica que la convirtió en la primera jefa del narcotráfico, una mujer que nunca fue la típica matona, cruel y deseosa de poder y en su lugar actuó de manera discreta e inteligente. Con información de Milenio.