Redacción/La Voz de Michoacán Hawái. La lava expulsada por el volcán Kilauea amenaza hoy las instalaciones del complejo Puno Geothermal Venture (PGV), una planta de energía geotérmica que proporciona alrededor del 25.0 por ciento de la energía en la Isla Grande de Hawái. Desde la madrugada de este martes, trabajadores de la planta energética, ubicada en la zona de ruptura del este del volcán Kilauea, luchan por cerrar el último pozo en la instalación geotérmica, ante la amenaza de que llegue la lava. https://twitter.com/ElLuchin1/status/998046772567134208 En un comunicado, la Defensa Civil del Condado de Hawái (HCCD) informó este martes que las autoridades están realizando esfuerzos para evitar la llegada de la lava a la planta y garantizar la seguridad de la comunidad. Autoridades del condado, el estado y federales han estado colaborando estrechamente para monitorear la situación para garantizar la seguridad de las comunidades circundantes a la PGV", destacó la declaración. Afortunadamente, agregó, el flujo de lava se detuvo en una cresta cerca de la planta de PGV, pero como han demostrado los eventos de las últimas dos semanas, el Monte Kilauea se encuentra en un estado extremadamente volátil. https://twitter.com/chematierra/status/997838489797328898 De acuerdo con medios estadounidense, la fisura 22 de la lava logró llegar a 250 metros de la plataforma de pozo de las instalaciones de la planta geotérmica, cerradas desde el pasado 3 de mayo, un día antes de que el Kilauea entró en erupción. Para proteger las instalaciones de la PGV, los trabajadores bombearon agua fría a los 11 pozos antes de cubrirlos con tapones de hierro y eliminaron 60 mil galones (unos 227 mil 124 litros) de pentano, un líquido altamente inflamable y nocivo que se usa en la planta. Los pozos en la planta de PGV tienen una profundidad de entre mil 830 y dos mil 440 metros de altura), por los que sale el vapor caliente y el agua, que impulsan las turbinas para producir electricidad. El HCCD destacó en su declaración que la fisura 22 está produciendo la mayor parte de la lava del volcán, que alimenta los flujos en la Isla Grande de Hawái, por lo que la situación cerca de la planta de energía sigue siendo precaria. El Observatorio Volcánico de Hawái (OVH) reportó este martes que la última erupción en la cumbre del volcán ocurrió ayer lunes cerca de las 17:51 horas locales, aunque la lava continúa vertiéndose en el océano Pacífico, a sólo cinco kilómetros al este de la planta, según la cadena Hawaii News Now. La caída de lava en el agua salada del mar produce nubes nocivas de vapores ácidos y partículas similares al vidrio, que en conjunto forman una sustancia tóxica llamada “Laze”, un acrónimo de las palabras en inglés lava y calina, que provoca graves afectaciones en los ojos, la piel y los pulmones si es inhalada. Desde que el coloso entró en erupción el pasado 4 de mayo, más de mil 700 personas han tenido que ser evacuadas y docenas de casas y automóviles han sido destruidos cerca de la entrada al Parque Nacional de los Volcanes. El Kilauea, ubicado en el sureste de Hawái, en su extremo suroriental, en la Isla Grande del archipiélago, donde viven unas 185 mil personas, entró en erupción tras un terremoto de 6.9 grados, que generó pequeñas olas de tsunami. La actual erupción del Kilauea ha sido comparada por las autoridades con la registrada en mayo de 1955, que duró meses y abrió al menos 24 respiraderos volcánicos a lo largo de varias comunidades costeras desde Kalapana hasta Kapoho.