Se disparan asaltos contra usuarios y choferes del transporte público en Morelia

Debido a las condiciones de violencia y amenazas, la mayor parte de las agresiones ni siquiera son denunciadas penalmente por parte de los trabajadores del volante, quienes han señalado afectaciones tanto a su economía como a la seguridad.

Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. De acuerdo a organizaciones de choferes, en las últimas semanas se han desbordado los asaltos contra el transporte público de las principales ciudades del estado de Michoacán. Todos los días, las unidades del servicio colectivo urbano y suburbano de Morelia, Uruapan, Zamora y otras ciudades sufren de atracos, tanto a los operadores como a los usuarios.

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Además de las afectaciones económicas, hay víctimas mortales por la violencia contra el transporte, por lo que urgen a que se atienda el tema.

Debido a las condiciones de violencia y amenazas, la mayor parte de las agresiones ni siquiera son denunciadas penalmente por parte de los trabajadores del volante, quienes han señalado afectaciones tanto a su economía como a la seguridad.

En voz de José Trinidad Martínez Pasalagua, líder del gremio de conductores denominado Comisión Reguladora del Transporte (CRT), en los últimos meses al menos tres choferes perdieron la vida en asaltos en las diferentes regiones.

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Señaló falta de voluntad tanto del Gobierno del estado como de autoridades municipales para atender la situación que prevalece en términos de incidencia de asaltos, en donde no sólo padecen la delincuencia los choferes, sino los usuarios del servicio.

“Aquí en Morelia a diario tenemos asaltos. En Zamora es una condición similar y antes asaltaban solo a los operadores. Hoy nos asaltan con todo y usuarios. Tenemos compañeros asesinados por resurtirse al asalto. Aquí hay muchas zonas, por ejemplo, en Villas del Real, la Gertrudis Sánchez, Niños Héroes y casi todas las colonias. No hemos pensando en recortar horarios, pero lo que queremos hacer es trabajar con la Secretaría de Seguridad Pública porque con la municipal no hay dialogo. El Súper comisionado Cussi no nos pone atención”, manifestó el líder transportista en entrevista.

En meses pasados, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla aseguró que actualmente no existen datos de preocupación para los asaltos al transporte colectivo. Incluso, aseveró que la percepción de inseguridad generada en el estado para el usuario del colectivo radica en la difusión de los videos de asaltos del estado de México y otras entidades vecinas; “Los michoacanos conocen los asaltos al transporte público solo en video”, aseguro el mandatario.

Foto: Víctor Ramírez.

En el caso de Morelia, son entre cuatro y cinco eventos de asaltos los que se registran por semana. Incluso recordó el suceso donde una unidad fue asaltada en las inmediaciones del Palacio del Arte, con saldo de una mujer de la tercera edad herida de un golpe que le propinó uno de los malhechores al rehusarse a entregar sus pertenencias.

La diferencia entre Michoacán y la zona de la Megalópolis en cuanto al impacto de los asaltos, radica que en la ciudad de Morelia y otras ciudades las unidades no cuentan con cámaras que puedan video grabar y difundir los delitos tal como sucede en la capital del país.

Hay compañeros que no quieren denunciar porque les quitan la licencia, la credencial de elector y saben que exponen a sus familias. Eso estamos denunciando, cuando antes no había esto; afuera del Palacio del Arre nos golpearon a una usuaria por no querer entregar su bolsa”, dijo Martínez Pasalagua.

“Todas las áreas son conflictivas. Verdaderamente se tiene que tener una estrategia real, que vean el impacto se tiene, hay mucho asalto a mano armada”, manifestó el líder de la CRT a pregunta expresa de esta casa editorial.

A la hora de la inseguridad, las colonias de la periferia de Morelia son las que presentan mayores afectaciones al transporte colectivo, incluso en los horarios donde aún hay luz natural. En cuanto a municipios, destacó la incidencia delictiva se concentra en los núcleos urbanos del estado y prácticamente desaparece en las pequeñas comunidades.