Redacción / La Voz de Michoacán. Ciudad de México. En el Brasil distópico del año 2027, una mujer profundamente religiosa aprovecha su puesto en una oficina de gobierno para cumplir su misión de salvar a parejas del divorcio. Mientras espera una Señal de que sus esfuerzos son reconocidos, su propio matrimonio enfrenta una crisis que terminará por acercarla más que nunca a Dios, es la premisa de esta cinta brasileña que ha tenido una gran acogida por los cinéfilos de la Cineteca Nacional y que ahora llega al circuito comercial. Es un Brasil distópico. Un Brasil retratado no muy lejos de su realidad actual por el cineasta Gabriel Mascaro en Divino Amor, un filme con una dura crítica a un país en donde parece que el fanatismo religioso parece tomar cada vez más poder. https://www.youtube.com/watch?v=jQNySvBQLJ4 Danilo es un florista y Joana es una notaria que se aprovecha de su puesto para aconsejar a parejas y así evitar que se divorcien. Está convencida que es su misión. Los invita a su grupo evangelista para que, como ella, superen sus problemas a través de la religión. Foto: Cortesía. Julio Machado es Danilo. Joana espera que sus esfuerzos sean reconocidos y así se le recompense con la llegada de un hijo. Foto: Cortesía. Dira Paes es Joana. "Divino Amor" presenta un Brasil en donde la mayoría de sus habitantes son evangélicos, una distopía que asegura el director Gabriel Mascaro no está tan lejos de la realidad de su país en donde los últimos años se da muestra de ello, tanto que el actual Presidente Jair Bolsonaro fue impulsado por los evangelistas durante su campaña por su defensa de los valores cristianos, y les agradeció incluso reconociendo que su apoyo fue decisivo para llegar al poder. La cinta no pretende concientizar ni cuestiona el profesar o no la religión, es más bien una crítica del fanatismo que transita muy cerca del poder y que influye enormemente a la hora de tomar grandes decisiones. DIRECTOR, CON PASADO DOCUMENTALISTA Gabriel Mascaro es un director, guionista y artista brasileño que vive y trabaja en Recife, en el Nordeste de Brasil. Inicialmente reconocido por su trabajo documental, su primer largometraje de ficción, August Winds, tuvo su premiere en la competencia internacional del Festival de Locarno en el 2014, donde recibió una mención honorífica. En 2015, estrenó su segundo largometraje de ficción, Neon bull, el cual ganó el Premio Especial del Jurado de la sección Orrizzonti del Festival de Venecia. Tras su estreno, el segundo filme de Mascaro fue aclamado por la crítica y recibió numerosos premios, incluyendo dos Premios Fenix (Mejor Guión y Mejor Fotografía) y fue el candidato de Brasil al Goya de 2016. Divino amor es su tercer largometraje de ficción, estrenado en el Festival de Sundance antes de tener su premiere europea en la sección Panorama del Festival de Berlín. Foto: Bruna Valença. El director brasileño deja ver mucho de sus inicios como documentalista en esta cinta futurista que mueve fibras sensibles en la realidad actual del mundo. Brasil está pasando por un cambio tremendo en la cultura, la política, la economía y la religión, la religiosidad del pueblo. Entonces, quería hacer una película sobre el control del cuerpo de la mujer por las instituciones religiosas” - Mascaro.