Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A cocay le fue otorgada una luz que le acompañará por siempre para guiar su vida. Cuenta la leyenda que este insecto recibió este regalo eterno de parte de Mayab, el señor que curaba todo tipo de enfermedades. El relato mayo refiere que a Mayab acudían enfermos a rogarle que los curara; sacaba una piedra verde que traía permanentemente en su bolsillo, la frotaba, susurraba algunas palabras y entonces sanaba cualquier mal. Un día, el señor fue a la selva y cuando se cansó de caminar hizo un alto para recostarse y se quedó dormido. Una lluvia lo despertó y entre su prisa por refugiarse, no se dio cuenta que la piedra se le cayó. Cuando llegó a su casa, lo esperaba una señora para que curara a su hijo, entonces se dispuso a realizar el ritual, buscó su piedra y no estaba. Luego se dispuso a ir a buscarla, pero como creyó que tardaría demasiado en hacerlo, recurrió al cocay, ya que conocía todos los caminos de la selva y será un insecto muy empeñoso. Cocay voló para cumplir su misión. Hurgó en cada rincón, en las hojas de las plantas, pero no encontraba el objeto; cuando parecía que se esfumaba la esperanza, sintió cómo una luz salía de su cuerpo que iluminaba el camino y encontró la piedra. Al llegar con el señor, contó con emoción que había encontrado la piedra, al tiempo que su cuerpo se encendía. “Gracias, cocay, veo que tú mismo has logrado una recompensa. Esa luz que sale de ti representa la nobleza de tus sentimientos y lo brillante de tu inteligencia. Desde hoy te acompañará siempre para guiar tu vida”, dijo Mayab. UN CORTEJO DE LUZ Al caer la noche, los destellos de luz aquí y allá indican un ritual de atracción y conquista entre las luciérnagas. ¿Por qué brillan estos insectos? Se debe a una sustancia llamada luciferina situada en las células al final de su abdomen que, al entrar en contacto con el oxígeno suministrado a través de las tráqueas, se produce una reacción química que hace que emitan luz. Otras células –también en el abdomen–, contienen cristales de ácido úrico que reflejan y amplifican el brillo. A este efecto se le conoce como bioluminiscencia, común tanto en machos como en las hembras. Las luciérnagas emplean esta luz como parte de un cortejo de apareamiento, pero también como mecanismo de defensa contra potenciales depredadores. Muy relacionada con la mariquita, la luciérnaga es un insecto coleóptaro, en realidad un escarabajo; un aspecto muy peculiar es que los machos son los únicos que pueden volar, ya que las hembras no llegan a alcanzar un tamaño tan grande y tienen alas minúsculas, por lo que su luz la emiten desde el suelo o las hojas. TLALPUJAHUA BRILLA La llamada Navidad eterna de Tlalpujahua, por su permanente exposición y venta de esferas y adornos navideños, es solo la punta del iceberg de todo el encanto que tiene para ofrecer a los visitantes este Pueblo Mágico michoacano. Si bien a este pueblo sus raíces mineras, calles empedradas de pronunciados ascensos y descensos, rústicos tejados, cerámica, arte plumario, monumentos históricos, exquisita gastronomía, le imprimen un singular atractivo, desde hace cinco años le apuesta al turismo sustentable, relacionado con la luciérnaga. Son tres zonas comprometidas con el cuidado y preservación de la luciérnaga, así como del ecosistema: dos de áreas agrícolas y una boscosa: El Llanito, San Vicente y Janikua, respectivamente, que a partir de este sábado 25 de junio y hasta agosto abren al público para el avistamiento de este insecto luminoso, a unos 20 minutos del centro de Tlalpujahua, carretera libre a Maravatío. Estos sitios ofrecen recorridos nocturnos, senderismo, áreas de acampar, leyendas, gastronomía, arte y cultura, pero es indispensable reservar con anticipación de 8 días para grupos grandes y alrededor de tres para pequeños, a fin de programar las caminatas en orden, precisamente para el cuidado de la luciérnaga. El costo es de 70 pesos para personas de 13 años en adelante, y menores de esa edad, 50 pesos. Para presenciar este espectáculo natural bajo el cielo estrellado, se recomienda a los visitantes que usen calzado antiderrapante, impermeable, chamarra para el frío o rompevientos. Además, deberán a justarse a reglas como guardar silencio, no usar líquidos antirrepelentes, perfume, flash de cámaras fotográficas o luz del celular, tampoco ropa con franjas fluorescentes, entre otras medidas. Los organizadores aclaran que el avistamiento dependerá de las condiciones climatológicas, la idónea es que haya llovido horas o días antes, para haya ambiente húmedo, idóneo para la luciérnaga, pero si llueve en el momento del recorrido, cayó granizo o hay mucho viento, será difícil que salgan a brillar. En cada uno de los lugares hay guías locales y capacitados que conocen a la perfección el terreno, para que el turista viva una experiencia única. Estos son los medios de contacto: El Llanito Facebook: Luciérnagas El Llanito los Ailes Instagram: Luciérnagas los Ailes Michoacán WhatsApp: 447 112 9676 / 447 111 2626 Teléfono: 711 125 69 67 Janikua Teléfonos: 447 117 51 22 / 447 107 15 71 San Vicente Facebook: /EcoturismoSanVicente Instagram: @san.vicente.ecoturismo.mich Teléfono: 447 167 8718 Pero también desde Morelia, durante la temporada de avistamiento de luciérnagas habrá salidas periódicas a través de “Enamórate de México”, con guías certificados por la Secretaría de Turismo, ofreciendo también una ruta por otros atractivos de Tlalpujahua (aquí el sitio web). ¿QUIERES MÁS? Se necesitarían varios días para recorrer los encantos de Tlalpujahua y sus alrededores; pero aquí están algunos imperdibles de visitar. Entre los sitios que el turista no puede dejar de visitar destacan el antiguo barrio del Carmen, que guarda los vestigios de aquella catástrofe de mayo de 1937, con el desbordamiento de la presa que arrasó con lo que había a su paso, dejando miles de pérdidas de vida. Ahí se ve la torre del templo semisepultado y el bloque de varias toneladas donde se encontraba la imagen de la Virgen del Carmen. También el imponente santuario de Nuestra Señora del Carmen, de estilo barroco, donde fue colocada la pintura de la Virgen que se salvó de la inundación. Y en unas antiguas instalaciones de lo que fue en su tiempo la prominente Mina Dos Estrellas, se encuentra el taller ACA Cerámica, a cargo del maestro Gustavo Bernal que con sus manos moldea el barro y da vida a bellas creaciones. Este lugar funge también como escuela, donde se imparten clases gratuitas para quienes deseen aprender de este tradicional oficio. No puede faltar la colorida Villa de Santa Claus, donde sus pintorescas casas, esferas, adornos navideños, hacen que la Navidad sea eterna. Uno de los atractivos de este sitio es que cerca de la temporada decembrina, después de las 6 de la tarde hay un espectáculo de luz y sonido cada media hora. Además, para tener una vista privilegiada desde las alturas, está el mirador del Campo del Gallo, en honor a la familia de la familia López Rayón. Y para consentir el paladar, entre su exquisita gastronomía, es irresistible el pan de pulque recién salido del horno a la leña, una tradición familiar de cuatro generaciones ahora a cargo del señor Gerardo y doña Lupita, a 2 kilómetros de Tlalpujahua por la carretera que va hacia Maravatío.