Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Durante los meses de julio y agosto es temporada de avistamiento de luciérnagas, y en cinco lugares de Michoacán están listos para recibir a visitantes que vivan esta experiencia en contacto con la naturaleza en el marco de un ecoturismo responsable. Por ser una especia en peligro de extinción y por estar en su hábitat, quienes visiten los lugares deben cumplir con los requisitos establecidos para la protección de la especie, como guardar silencio durante el recorrido, evitar el uso de repelente para insectos, no utilizar ningún tipo de luz artificial; tampoco captura, llevar, agarrar o matar a las luciérnagas. Además, respetar las instrucciones de los guías, usar ropa oscura sin reflejante, no tirar basura en el bosque, llevar impermeable por si llueve, usar calzado adecuado para caminar por la zona boscosa. Asimismo, respetar y caminar por los senderos marcados y disfrutar del avistamiento en el mayor silencio posible. ¿DÓNDE VERLAS? En el municipio de Morelia, este espectáculo de la naturaleza se ofrece en el Centro Ecoturístico Tres Cascadas, en Umécuaro, tenencia de Santiago Undameo, los días viernes y sábado a partir de las 17:00 horas. Y en la región oriente los sitios para ver luciérnagas son Luz de Noche, en la localidad de Jesús Nazareno, del municipio de Angangueo, de lunes a domingo a partir de las 16:00 horas. En Tlalpujahua están los lugares Avistamiento Janikua Luciérnagas, en el Llanito, de lunes a domingo a partir de las 18:00 horas; El Llanito “Los Ailes”, también en el Llanito, de martes a domingo a partir de las 18:00 horas; y en San Vicente Luciérnagas y Ecoturismo, ubicado en la localidad de San Joaquín de Morelos, de lunes a domingo desde las 17:00 horas. ¿POR QUÉ BRILLAN LAS LUCIÉRNAGAS? Al caer la noche, los destellos de luz aquí y allá indican un ritual de atracción y conquista entre las luciérnagas. ¿Por qué brillan? Se debe a una sustancia llamada luciferina situada en las células al final de su abdomen que, al entrar en contacto con el oxígeno suministrado a través de las tráqueas, se produce una reacción química que hace que emitan luz. Otras células –también en el abdomen–, contienen cristales de ácido úrico que reflejan y amplifican el brillo. A este efecto se le conoce como bioluminiscencia, común tanto en machos como en las hembras. Las luciérnagas emplean esta luz como parte de un cortejo de apareamiento, pero también como mecanismo de defensa contra potenciales depredadores. Muy relacionada con la mariquita, la luciérnaga es un insecto coleóptaro, en realidad un escarabajo; un aspecto muy peculiar es que los machos son los únicos que pueden volar, ya que las hembras no llegan a alcanzar un tamaño tan grande y tienen alas minúsculas, por lo que su luz la emiten desde el suelo o las hojas.