Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En Petatán, municipio de Cojumatlán de Regules, Michoacán, una comunidad de pescadores, es anfitriona de unos emplumados huéspedes que llegan cada año desde Canadá. La bandada blanca se mueve sobre las aguas del Lago de Chapala y el malecón, dispuestos a devorar de los desechos de pescado que dejan las fileteras que hay en el lugar. Llegan a medir 1.75 metros de longitud y hasta 3 metros de ancho cuando extienden sus alas. Son los pelícanos borregones, que también ofrecen un espectáculo natural a los visitantes. Estas aves migratorias de grandes picos amarillos se pueden admirar a una distancia muy corta cuando se adentran un poco en la ribera del lago en busca de ser alimentados o cuando en grupo despegan para emprender un vuelo sincronizado y luego realizan un calculado acuatizaje.. Foto: Juan Carlos Huante, La Voz de Michoacán. A unas tres horas de Morelia, aunque mucho más cerca de Guadalajara, se encuentra Petatán, y la agencia Enamórate de México te invita a vivir esta experiencia de la naturaleza con los pelícanos borregones. En el sitio también se ofrecen paseos en lancha, y durante el trayecto de unos 20 minutos se puede arrojar alimento a estas aves –cada ejemplar llega a consumir alrededor de 20 a 30 kilos del desecho de pescado–. Los costos oscilan entre los 200 pesos por cinco personas y si son más, 40 pesos por cada una. NECESARIO RETRIBUIR A LA NATURALEZA En el proceso de cadena alimenticia, en Petatán se pesca mojarra, charal y sardina, sustento de la comunidad y que se comercializa principalmente en Guadalajara y hasta en Puebla, y con el desecho también se proporciona alimento a los pelícanos borregones; sin embargo, este último eslabón se ha visto mermado debido a que las fileteras venden la mayor parte del producto sobrante a la harinera que hay en el zona. Para el señor Ismael Ayala, pescador con más de 10 años de experiencia en este oficio, hace falta que las empresas tengan un poco de conciencia, de no irse por el dinero, y contribuir con suficiente alimento para las aves, que, a futuro, las nuevas generaciones serán las beneficiadas. Foto: Juan Carlos Huante, La Voz de Michoacán. Por ello propone que las autoridades otorguen un subsidio a las fileteras para que no vendan todo el desperdicio a la harinera. “Si alimentamos a estos animalitos, los tendremos muchos años aquí”. Pero en Petatán también hace falta detonar el turismo e invertir en infraestructura, a ejemplo de localidades ribereñas del lado de Jalisco como Mezcala, Jamay o la Zapotera, que tienen malecones, restaurantes y otros servicios para los visitantes.