Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Michoacán. En este rincón purépecha de la tierra michoacana, entre milpas y típicas trojes de manera, donde sus mujeres portan con orgullo sus tradicionales y coloridos atuendos, de arena volcánica y agua surgen imponentes creaciones artesanales. Cuando se forma un barro de color oscuro y de consistencia elástica, con gran habilidad los artífices van dando forma con sus manos a esas piezas que a la postre se convertirán en grandes y resistentes ollas o tinajas. Son las llamadas “cocuchas” de Cocucho, Michoacán, del municipio de Charapan, a dos horas y media de Morelia y muy cerca de Paracho, la “Capital mundial de la guitarra”. Foto: Facebook vía Gobierno de Michoacán. Foto: Facebook vía Gobierno de Michoacán. Foto: Facebook vía Uërani. Precisamente el nombre de Cocucho deriva de dos palabras purépechas kukúch o cucuche, olla y jarro, respectivamente. De tener esas vasijas un uso original de almacenamiento de agua o maíz, o para cocer tamales, frijoles y otros alimentos cuando se realizaban grandes banquetes, hoy son reconocidas por su gran valor estético y de ornato tanto en México como en el extranjero. Pero esta comunidad, de calles empedradas que conserva ese toque rústico que encanta, también destaca por la labor artesanal que realizan tanto mujeres como hombres, con bellos bordados de punto de cruz. Foto: Facebook vía Bordados Familia Reyes De Cocucho. Foto: Facebook vía Bordados Familia Reyes De Cocucho. IMPERDIBLE VISITA Y quien vaya a Cocucho no puede dejar de visitar uno de los tesoros religiosos y culturales característicos en varias comunidades purépechas, como lo es su templo dedicado a San Bartolomé Apóstol que cuenta con uno de los selectos “cielos historiados” característicos de Michoacán. En este recinto arquitectónico del siglo XVI, elaborado de piedra y lodo, se encuentra el artesón del sotocoro con una gran pintura de Santiago Apóstol e imágenes de ángeles músicos. En el área del altar en el retablo destaca una pintura de la Inmaculada Concepción y la escultura del santo patrono, San Bartolomé Apóstol. PARA CHUPARSE LOS DEDOS La gastronomía michoacana se caracteriza por su gran exquisitez y variedad, en especial en estas comunidades de sus pueblos originarios, donde preparan platillos típicos irresistibles de degustar. Qué tal un rico churipo, corundas, atole, uchepos, mole y mucho más que el visitante puede disfrutar de la cocina tradicional de la región. Y MUY CERCA… Sea antes o después de la visita a Ocumicho, aunque también depende del tiempo de estancia, muy cerca se encuentran otros lugares llenos de encanto, como Paracho, a 34 minutos, que es una sinfonía con miles de guitarras de incomparable calidad que ahí se fabrican que le han valido el nombre de la “capital mundial de la guitarra”. Foto: Instagram, vía parachomichoacan. A solo 15 minutos se encuentra Nurio y aunque hace meses perdió un invaluable tesoro debido a un incendio en el templo de Santiago Apóstol, detrás, en la Huatapera conserva la llamada ‘Capilla Sixtina’ michoacana, dedicada a la Inmaculada Concepción y pintada con manos purépechas. Y a 24 minutos, Ocumicho donde anda suelto el diablo con fantásticas y divertidas figuras de este personaje que crean sus expertos artesanos. Fotos: Facebook vía Colibrí Peralta y Travesías Uérani. CÓMO LLEGAR