Inauguran exposición sobre textiles en la Antigua Fábrica de San Pedro, en Uruapan

Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán

Uruapan, Michoacán. Con pedazos de tela de manta para ejecutar cortes diversos que dejan al descubierto prendas con trazos de patrones varios, algunos enriquecidos con estampados de pedrería o costuras mismas, se abrió este jueves la exposición inédita “Punto de partida, modas, tramas y textiles”, en el Centro Cultural Fábrica de San Pedro, espacio impulsado por el uruapense y reconocido artista internacional Javier Marín, cuyo objetivo es ampliar la oferta de espacios para la promoción de la cultura y las artes.

Tras cinco años de trabajos enfocados a la recuperación y conservación de una parte de lo que fue la antigua fábrica de hilados y tejidos La Providencia, principal pilar de la economía en la Perla del Cupatitzio a finales del siglo XIX y principios del XX, y un gran referente de una parte de la historia de Uruapan, Javier Marín relata que en dicho proceso se han realizado algunas exposiciones, pero “hoy es el día, con este centro cultural como espacio público para la ciudad, para la gente, empezamos”.

Con énfasis en divulgar la historia de dicha factoría, el artista visual precisó que este espacio es el motor para “redireccionar a nivel de vocación hacia ser un espacio público cultural para arropar temas relacionados con ejes de trabajo como el arte contemporáneo en diseño. Esta es la primera entrega para saber que fue la fábrica y un poco viendo a futuro, invitamos a estos 50 diseñadores mexicanos que están en activo, para tener una panorámica de lo que es el diseño de moda en México”.

La etapa posterior, refirió, será restaurar y recuperar la parte de las máquinas antiguas, muchas de las cuales son tan antiguas como la fábrica misma, y están colocadas en el mismo lugar. “Este es un proceso que disfrutamos mucho, me encanta. No sé si estaría tan feliz si estuviera terminado al día de hoy, creo que prefiero avanzar poco a poco, redescubrir lugares, reorientando las actividades hacia ciertos temas”.

Destacó que escogieron esta fecha de inauguración de manera paralela al inicio del Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos, el más grande de Latinoamérica, para para exponer esa panorámica del diseño textil. “A partir de este jueves estará abierto al público en general de manera gratuita de 12:00 a 18:00horas”, señaló.

En entrevista, indicó que este proyecto llega a tiempo para sumarse al rescate de valores universales afectados por sucesos de las dos últimas décadas. “Nunca es demasiado tarde, creo que hay mucho trabajo por hacer, hay muchas cosas que Uruapan ha perdido por circunstancias que no son deseables para nadie, pero bueno, creo que hay que tomar el toro por los cuernos y trabajar cada quien desde su trinchera para cambiar las cosas”.

Se debe cambiar la percepción que se tiene de lugares como Uruapan o por lo menos equilibrarla, vamos a difundir mucho de lo bueno que sucede en Uruapan. “Siempre apoyaré proyectos tanto por parte de las autoridades como de la sociedad civil. No es un trabajo exclusivo de la sociedad, tenemos que trabajar todos en conjunto y estar atentos a apoyar proyector con resonancia, importantes, creo que se puede hacer si trabajamos todos”.

El siguiente paso en estas icónicas instalaciones, añadió, será la apertura de un espacio de residencias-taller para artistas, para creadores, será en lo que fueron las bodegas de algodón en la parte de atrás, para ello está en proceso una intervención arquitectónica y una adaptación a cargo del arquitecto Mauricio Rocha, quien destaca por ser sensible a los temas sociales y comunitarios. Muy pronto tendremos esta siguiente entrega en este que es un edificio muy bello que va a convocar a diseñadores, artistas a gente que quiera aprender, a maestros para intercambiar conocimientos”.

Reconocido por la capacidad de sus obras para motivar, activar o alterar a la crítica especializada internacional, así como por lanzar al espectador hacia un mar de emociones por la extraordinaria habilidad de moldear la materia en objetos que son el centro de la capacidad cognitiva, Javier Marín, señaló que por el momento no está en sus planes salir de su espacio como promotor e impulsor de la cultura y las artes.

“Me encantaría, pero no me imagino exponiendo mi trabajo en este espacio porque es un lugar más allá de los intereses personales. La Fundación Marín, no es Javier Marín, es un grupo de gente que he convocado y que está comprometida con esto, nos ayudará a analizar los programas y los proyectos que vamos a echar a andar para que sean de interés para todos, no es para exponer mi trabajo como artista”.

El rescate de la antigua fábrica tiene otro enfoque. “No es mi obra escultórica, pero es mi obra social y agradecido con toda la gente, la verdad es un trabajo colectivo, por el momento, de manera separada, estoy trabajando en nuevas tecnologías, no se incluya en mis obras el movimiento, pero incursionando un poquito en el modelado digital y lo estoy disfrutando mucho”.

Relató que no se cuestiona caminos por recorrer para llegar al placer de estar satisfecho. “Yo estoy satisfecho todos los días, yo no sé, ojalá que mucha gente pueda decir lo mismo, pero si me muero mañana, me muero feliz, he hecho mucho más de lo que creí que tenía capacidad y estoy satisfecho”, señaló quien es parte de la revolución en la confección de esculturas para diversificar el uso de materiales más allá del barro y el bronce.

Sobre la exposición “Punto de partida. Modas, tramas y textiles” en el Centro Cultural Fábrica de San Pedro, se informó que fue curada por Ana Elena Mallet y que la muestra busca dar un punto de partida a este nuevo centro cultural, tomando como referencia la historia textil de la ciudad de Uruapan, y se acompaña de un espacio exprofeso que relata la historia de esta factoría, en tanto los expositores son habilidosos y parte de distintos bagajes culturales, así como de diversas generaciones, quienes confeccionaron 150 siluetas concebidas especialmente

para esta muestra, confeccionadas en manta cruda, pero pensadas como bocetos de prueba antes de aventurarse a la prenda final.