El lago de Zirahuén, un paraíso de Michoacán lleno de encanto que debes conocer

Enrique Santiago / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La belleza del Lago de Zirahuén solo podría compararse con la capital del imperio azteca, la gran Tenochtitlán, ciudad que sucumbió ante el poderío de fuego de los conquistadores españoles en 1521. Los extranjeros, poco a poco, doblegaron a cada una de las civilizaciones que encontraron a su paso hasta llegar al centro de Michoacán.

Fue en aquel paradisíaco paraje de lagos y montañas que un capitán de la armada española conoció a la princesa Eréndira, quien era la hija del rey purépecha Tangáxhuan. El militar europeo se enamoró de ella al verla y decidió secuestrarla. La hizo seguir hasta sus aposentos, aprovechó la oscuridad de la noche para raptarla y llevó a la joven a un escondite donde la mantuvo prisionera.

Eréndira, cuyo nombre significa Mañana Risueña en purépecha, lloró y suplicó a todos sus dioses que la salvaran de las garras del invasor extranjero. Entonces, Tata Juriata, Padre Sol, y Jarátanga, Madre Luna, escucharon sus plegarias y le otorgaron el divino poder de crear con sus lágrimas un torrente indomable con el que se formó un lago de aguas cristalinas, que hoy conocemos como Zirahuén (Espejo de los Dioses, en purépecha).

Eréndira no podía escapar de aquel peñasco en medio del lago, pero los dioses fueron benévolos con ella y transformaron sus piernas en cola de pez. Así, la princesa purépecha, transformada en sirena, pudo escapar del español y se salvó de la condena de sufrimiento.

Dicen los lugareños que aquella mítica sirena aún nada por las aguas del Zirahuén y que justo antes del amanecer se asoma a la superficie para encantar y llevarse por siempre con ella a todos los hombres de mal corazón.

UN LUGAR DE ENSUEÑO

Zirahuén es una pequeña comunidad cercana a Pátzcuaro, pertenece al municipio de Salvador Escalante, con casas de madera conocidas como Trojes y calles adoquinadas, frente a un bello lago de color azul profundo conocido como el “Espejo de los dioses”, te espera para que vives la sana distancia en medio de ese paraíso.

Puedes organizar el plan para escaparte como meta de año nuevo. A poco más de una hora desde Morelia, estarás inmerso en el bosque de pinos y encinos que rodean al bello lago.

Es el lugar ideal para un retiro espiritual y disfrutar de un paradisiaco entorno natural.

En sus riveras se encuentran una calzada de adoquín que ofrece  servicios para el turista como confortables cabañas, restaurantes que sirven truchas y pescado blanco.

AVENTURA, SU SEGUNDO NOMBRE

En todo momento debes respetar las nuevas reglas de sanidad por la pandemia en la que estamos inmersos, pero en este paraíso hay cabañas que se rentan por noche y que incluyen chimenea y cocina, además de restaurantes muy recomendables en la zona.

Es inevitable pensar en Zirahuén y no pensar en su famosa tirolesa, sus puentes colgantes, los paseos en lancha, paseos a caballo, los deportes extremos y el acampar.

Con información de Sectur