Jorge Ávila / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Sin duda que aún existen paraísos en México que son desconocidos (o casi): este se llama Chorros del Varal y, además de ser imponente, está encantado… eso dice la leyenda. Las siete cascadas de Chorros de Varal caen a unos 70 metros de altura y se extienden a sus anchas unos 100 metros cuando, en verano, llega la temporada de lluvias. Las caídas de agua se esconden a 20 minutos de Los Reyes, en Michoacán, ciudad que está a tres horas por carretera desde Morelia y a dos horas desde Uruapan. Las caídas de agua impresionan no sólo por su tamaño y por estar rodeadas de vegetación, sino también porque su torrente, que proviene de un río subterráneo, parece salir disparado de en medio de una montaña. Para acceder a la parte baja hay que descender 800 peldaños en un escarpado paisaje hasta llegar a los pies de las cascadas, donde está permitido nadar, pero sólo en algunas zonas porque te podría arrastrar la corriente de algún río subterráneo. Chorros del Varal, con una superficie de 72.2 hectáreas, se convirtió en Área Natural Protegida en 2007 por su rica biodiversidad, que da refugio a tigrillos, guacamayas verdes, venados de cola blanca y nutrias. CUENTA LA LEYENDA... En ese lugar, que antes se llamaba Peribán Viejo, existe una leyenda que hasta la fecha no deja de cautivar. Durante los días comprendidos en la Semana Santa, el fantasma de una princesa indígena (otras versiones dicen que se trata de la hija de un hacendado) se aparece a algún paseante varón. Entonces, la manifestación fantasmal pide al elegido un favor: debe subir la escalinata cargando una cubeta, cántaro u otro recipiente lleno de piedras. La única condición que la mujer aparecida pone al acomedido es que, mientras sube, no debe mirar a atrás. Si logra llegar a la parte más alta con la pesada carga y sin voltear hacia atrás, las piedras que llevaba se convertirán en oro, y con eso, el elegido es recompensado pues esto representa el descanso para la mujer. Aunque hasta ahora no hay registro de que alguien lo haya conseguido, los Chorros del Varal son en sí mismos un motivo suficiente para ir a deleitarse con la belleza del paisaje. Si la mujer se te apareciera, ¿aceptarías el reto? OTRO MISTERIO, LA SALIDA DEL AGUA Las cascadas de este encantador lugar parecen salir disparadas de en medio de la montaña, lo que las hace únicas e impresionan por su tamaño y por la vegetación que las rodea. Foto: José López. ¿Quieres conocer el lugar donde en Semana Santa podrías vivir una experiencia única? El Varal está a minutos, de Los Reyes, en Michoacán, a tres horas por carretera desde Morelia y a dos horas desde Uruapan. ¿CÓMO LLEGAR? Este paraíso está a unos 40 minutos aproximadamente del centro de Los Reyes. De fácil acceso porque hay muchos señalamientos en el camino y una vez que en la entrada quea San Sebastián ya es todo derecho sin pierde. Hay dos estacionamiento, el costo de la entrada es de 10 pesos por persona y 20 pesos por automóvil, y a partir de ahí ya inicia el descenso. Existen 786 escalones, a lo que marca un letrero que está iniciando las escaleras, terminando las escaleras, hay con un puente colgante desde donde se alcanza a ver de lejos una parte de la caída de los chorros. Foto: José López. En el descenso un descanso y después de cruzarlo, el camino está marcado y se recomienda no tomar ninguna desviación, sino seguir derecho hacia el mirador. Hay letreros que marcan el rumbo, y desde ahí puedes ver la enorme caída de agua de Los Chorros, que sus 70 metros de altura ofrecen una vista espectacular que te cautiva desde que surge en el horizonte.