Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Cuentan que en Santa Clara del Cobre tocan las campanas del templo desde debajo, porque en la torre aparece un alma en pena. El relato dice que en este pueblo michoacano, después de la Independencia de México, se registraron muchas revueltas de bandoleros que, sin saña, perpetraban asesinatos, violaciones, saqueos y a quemaban pueblos a su paso. En esta comunidad, antes llamada Santa Clara de Portugal, en honor a Don Cayetano de Portugal, y que fue elevada a villa en 1857, un sacerdote que servía en el templo de Nuestra Señora del Sagrario se encontraba en lo alto de la torre cuando avistó a lo lejos a un grupo de hombres a caballo que realizaban disparos al aire; entonces hizo sonar las campanas para alertar a los habitantes. Los pobladores se reunieron en el atrio y el padre dijo a mujeres, niños y ancianos que lo siguieran y a los demás que fueran a defender lo que puedan. El cura los escondió en un cuarto oculto detrás del Altar –actualmente se encuentra sellado– que, dicen, llevaba a varias rutas; algunas iban al cerro de la Cantera, otras a algunas casas de gente acaudalada, éstas eran las primeras en ser avisadas y se escondían entre las paredes de sus mesones. Por esa época las viviendas eran construidas de adobe, lo que permitía que pudieran realizarse pasadizos. Los bandoleros llegaron al pueblo y luego de vencer a algunos defensores, fueron a la iglesia en busca las mujeres, mientras el clérigo seguía escondiendo a la gente. Las puertas del recinto estaban cerradas, los hombres comenzaron a tocar muy fuerte y gritando: “Salgan todos, sabemos que están aquí”. El padre se apresuró a refugiar a todos y cuando estaban todos adentro salió y dijo: “¡Qué pasa! ¿Por qué tanto revuelo?!” Le dijeron ¡apártate! y lo tiraron al piso; buscaron en la sacristía, en la capilla de la Virgen de Guadalupe (Confesionario), en el curato, pero no hallaron a nadie. – ¿Te quieres burlar de nosotros? Verás lo que te pasa, dijeron los iracundos bandoleros. Entonces unas mujeres de avanzada edad salieron y pidieron que no le hicieran nada al padre y él con la cabeza les señalaba que regresaran al escondite, porque no quería que les hicieran daño, pero tampoco estaban dispuestas a perderlo. – No hay nadie más en la iglesia, solo los que estábamos rezando; a los demás les dimos tiempo a que huyeran a los cerros, ¡perdónenos, hijos míos!, expresó el padre. No importaron las súplicas y uno de los bandoleros, furioso, le cortó la cabeza de un machetazo en presencia de las mujeres, a quienes también mataron. Salieron y emprendieron el recorrido hacia las comunidades vecinas. Aseguran que desde ese día el alma del padre anda en pena al no haber podido proteger a todos sus fieles y vaga en varios lugares del templo. Lo han visto caminar hacia el reloj de sol, entrando a la torre, saliendo de la sacristía, y dicen que se escucha el sonar de la campana mayor muy leve, por eso, según la leyenda, las campanas se tocan desde abajo porque ronda el “padre sin cabeza”. DISFRUTA MÁS DE LA MAGIA DE ESTE PUEBLO El visitante quedará mayormente encantado de este Pueblo Mágico donde, a golpe de martillo y mediante grandes sopletes de fuego, brilla con sus esplendorosas artesanías, desde pequeñas figuras, joyas, máscaras hasta grandes ollas y cazos. Fotos: Instagram vía @santaclaradelcobre.mse Foto: Facebook vía Gobierno de Michoacán. Fotos: Instagram vía @santaclaradelcobre.mse Y para saciar el hambre, en esta localidad de encanto rústico, con su kiosko de cobre y sus talleres donde manos expertas dan forma a brillantes piezas artesanales, no hay como degustar una inigualable torta de tostada con guisado en la plaza. O un exquisito borrego cocido en horno relleno de verduras, pescado blanco sazonado de varias formas, o las corundas, carnitas, mole, atole, menudo y mucho más. ¿CÓMO LLEGAR?