Yazmin Espinoza / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El día de ayer el Teatro Mariano Matamoros volvió a llenarse de luz, magia y tradición con el arranque de la tercera temporada de “Tzin Tzun, historias de princesas y colibríes”. El espectáculo es una experiencia integral inolvidable resultado de la suma de elementos humanos y tecnológicos de primer nivel que narran siete siglos de historia michoacana: fundación del Imperio Purépecha, mitos y leyendas de princesas, la conquista, conspiraciones e independencia, las fiestas y tradiciones más populares de Michoacán. Es un viaje fantástico a través de las visiones de un campesino michoacano que, al ser testigo del nacimiento de un volcán, se introduce en un ensueño épico colmado de aventuras entre personajes históricos, mitológicos y simbólicos. Con funciones hasta el 17 de julio, esta puesta en escena volverá a reunir a 29 artistas en escena para contarnos esta historia que fue diseñada como un impresionante escaparate visual que involucra la cultura, la evolución de los valores locales y conecta la alta tecnología con aspectos profundamente sociales vinculados a nuestro origen y momento histórico. En entrevista para La Voz de Michoacán Santiago Cumplido, director del espectáculo, compartió sobre el reto que significa llevar una tercera temporada de este show al Matamoros y lo que espera que esta se vuelva para el estado. ¿Qué significa para ti una tercera temporada de Tzintzun? Este show, cuando me invitaron a hacerlo, la idea inicial fue que estuviera permanente y que fuera parte de la ciudad. Como cuando vas a Las Vegas, por ejemplo, y ya sabes qué show quieres ver, así quiero que sea Tzintzun. Estas temporadas siguen porque sabemos que hay mucha gente que aún no ha visto la obra y que quiere hacerlo porque es difícil que no te guste si eres michoacano, ya que es una oda a todo lo bonito del estado y sus tradiciones. Queremos que más gente la vea, pero también queremos seguirle dando oportunidad a los artistas de mostrar su talento. Es por esto que ya tenemos el compromiso de hacerla cada año. ¿Hubo cambios en el equipo artístico esta ocasión? Esta vez hay 13 artistas nuevos, algunos por elección y otros porque ya están de gira por otros lugares del mundo, así que se buscaron otros grandes artistas y siempre es padre ver nuevos talentos. Hay una chica que fue de las ayudantes de escenografía de Ánima y también es acróbata, así que pasó ahora a escena. Hay otros para los que se hicieron audiciones y convocatorias, pero la mayoría fue reclutamiento, buscando, porque son actos muy específicos, y esas acrobacias pocas personas las hacen. Así que buscamos y nos mandaron videos de donde finalmente elegimos a estos artistas. Son contados con una mano las personas que hacen lo que se crea en esta obra. Por otro lado, con la niña que hace el papel de la pureza, el año pasado fue solo una, pero este año tenemos cuatro. Vino gente tan linda y preparada a la audición que nos fue difícil elegir así que nos quedamos con cuatro seleccionadas. ¿Por qué lanzar esta temporada en verano? La idea es que grandes producciones hechas desde cero en Michoacán se distribuyan a lo largo del año para que no se encimen, y está toda la intención de hacer Ánima y Villancikua otra vez, y que se vuelvan también una tradición. Así que planificamos Tzintzun durante el verano que es más relajado, alguna cosa patria para septiembre y luego ya en noviembre y diciembre Ánima y Villancikua, ojalá podamos llevar ese plan. Queremos que sean una tradición de cada temporada como lo es Don Juan Tenorio, por ejemplo. Y Ánima y Villancikua también son shows que resaltan mucho de lo valioso del estado. ¿Qué es lo que los asistentes, que tal vez ya vinieron el año pasado, podrán reencontrar en Tzintzun? Hay varias nuevas caras y, por ende, el show tiene variaciones. También hicimos mejoras, cambios y la interpretación de estos nuevos personajes es distinta. Así que definitivamente es una versión nueva, aunque no tiene cambios radicales, si tiene mejoras, matices y una energía distinta. Van a ver cosas distintas, van a descubrir detalles, nuevas coreografías, modificaciones en la iluminación. Pero más que nada van a descubrir nuevos rostros, nuevos talentos, van a ver otros artistas, otros cuerpos y un show de gran belleza. Es una reversión de algo que ya les gustó.