"La penúltima exposición" advierte el cartel; pero, de Nicolás de la Torre (Morelia, 1923) es seguro que no habrá una última en mucho tiempo, ya que si bien en la Retrospectiva inaugurada al mediodía de ayer en el Exconvento de Tiripetio sólo tiene 80 obras, la producción del artista plástico es de miles de acuarelas, óleos y esculturas. Aunque afirma que detendrá su actividad en las galerías, el pintor de 92 años de edad planea escribir su segundo libro (el primero fue “Del mar a la montaña, paisajes y poetas de Michoacán”), donde narrará anécdotas de su vida y obra, como quedarse encerrado en la torre de una iglesia mientras pintaba. A la par trabaja en esculturas de pasta de caña, técnica ancestral de la que ha impartido cursos, al igual que de dibujo, pintura y acuarela. De la Torre Calderón es ampliamente conocido por su trabajo con acuarelas. Los paisajes de Morelia y su cantera rosa, Las tarascas y otras fuentes, así como las vistas europeas, como el palacio español El Escorial, o la Torre de Pisa, en Italia, están plasmadas con la sutil pincelada del autor.