Ciudad de México.- El prolífico escritor, poeta y novelista español Álvaro Pombo, quien ha dedicado más de cuatro décadas de su vida a crear historias con diversas temáticas, celebra su cumpleaños número 77 con la reciente publicación de “Un gran mundo”, novela sobre la España franquista. A su edad, Pombo sufre los embates de la artrosis que le ha restado movilidad, así como de las diversas cirugías a las que se ha sometido en los últimos años, sin embargo, lo anterior no le ha restado el ánimo para seguir escribiendo, como lo explica en una entrevista publicada en “www.elmundo.es”. "Dicto todo lo que se me va ocurriendo y eso forma un bloque. Lo leo, lo corrijo, lo vuelvo a leer, me lo leen. Es un mundo de la viva voz. Yo cuento las cosas. Para una novela habitualmente dicto 300 páginas y después de esas se quitan 50 o las que sean. La gracia es quitar. Y el ordenador es más cómodo para quitar y poner. Los calcos ya son historia", expresa. Su novela “Un gran mundo” cuenta la historia de “Elvira”, una mujer que vivió como quiso en la dura España del franquismo. La narradora, sobrina de la protagonista, habla en primera persona para relatar todo lo que sabe sobre Elvira, ya fallecida, en un ir y venir temporal continuo, señala el portal “www.elcorreo.com”. Miembro de la Real Academia de la Lengua, Álvaro Pombo es uno de los maestros indiscutibles de la literatura española contemporánea, como lo apunta “planetadelibros.com”. Nació el 23 de junio de 1939 en Santander, España. Es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid y Bachelor of Arts en Filosofía por el Birbeck College de Londres, ciudad en la que residió durante diez años, según datos de “buscabiografias.com”. Su primer libro “Protocolos” fue publicado en 1973 y aplicó para varios concursos literarios, aunque fue con su segunda obra, “Variaciones” (1974), que obtuvo el premio El Bardo dirigido a nuevos poetas. En 1983 concursó para el Premio Herralde con su novela “El hijo adoptivo”, que firmó con un seudónimo, y “El héroe de las máscaras de mansard”, con la primera fue finalista y con la segunda ganó el premio. Su legado literario incluye "Relatos sobre la falta de sustancia" (1977), "El parecido" (1979), "Los delitos insignificantes" (1986), "Aparición del eterno femenino contado por su Majestad el Rey" (1993) y "Una ventana al norte" (2004). Parte de sus escritos han sido traducidos a los idiomas francés, inglés, alemán, italiano, griego, holandés, portugués, noruego y sueco, de acuerdo con el portal “buscabiografias.com”. En el género poético se reconocen sus colecciones “Hacia una constitución poética del año en curso” (1980), “Protocolos para la rehabilitación del firmamento” (1992), “Poesías completas” (2004), “Los enunciados protocolarios” (2009). También destaca su cuento “Alrededores” (2002). Su trabajo y aportación cultural fue reconocido con el Premio Nacional de la Crítica (1990), Nacional de Narrativa (1997), Fastenrath por la Real Academia Española (1999), Fundación José Manuel Lara (2002), Premio Periodístico sobre lectura de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez (2004). Álvaro Pombo fue elegido el 19 de diciembre de 2002 para pertenecer a la Real Academia Española y tomó posesión el 20 de junio de 2004 con el discurso: Verosimilitud y verdad, de acuerdo con datos de la Real Academia Española. En las últimas dos décadas ha publicado “Contra natura” (2005), “La Fortuna de Matilda Turpin” (2006), “Virginia o el interior del mundo” (2009), “La previa muerte del lugarteniente Aloof” (2009), “El temblor del héroe” (2012), “Quédate con nosotros, Señor, porque atardece” (2013) y “La transformación de Johanna Sansíleri” (2014). En 2013 salió a luz el diálogo que tuvo con el filósofo José Antonio Marina (1939) en el que abordan el tópico: “La creatividad literaria”. El siguiente año publicó “La gracia irremediable. Álvaro Pombo: poéticas de un estilo”, ponencias leídas en un seminario dedicado al escritor por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la Asociación Cultural Plaza Porticada. Actualmente, Álvaro Pombo vive en un ático abarrotado de libros, apuntes, fotografías, maquetas y medicamentos, haciendo lo que más disfruta, creando historias. “He pagado con gusto el precio de la independencia. Soy valiente y nunca he tenido miedo... soy viejo”, expresó en la entrevista concedida a “elmundo.es”.