Ciudad de México.- Seis piezas prehispánicas incautadas en Argentina hace 17 años, fueron devueltas a México y puestas bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se informó a través de un comunicado. En una ceremonia realizada en instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el embajador de Argentina en México, Daniel Chuburu, oficializó la entrega de los antiguos objetos ante Socorro Flores, subsecretaria de la SRE para América Latina y el Caribe; Alejandro Alday, consultor jurídico de la misma dependencia, y la antropóloga Aída Castilleja, secretaria técnica del INAH. “La restitución de estos bienes culturales es un ejemplo de la productiva colaboración que debe existir entre las naciones”, comentó la antropóloga. Chuburu rememoró que las piezas formaron parte de un decomiso de 20 mil objetos logrado en el año 2000, a partir del cual Argentina ha reforzado sus leyes contra el tráfico ilícito de bienes culturales, y ha entregado bienes precolombinos a sus respectivas naciones de origen: Bolivia, Perú y Ecuador, entre otras. Alejandro Bautista, arqueólogo del INAH, dijo que la pieza más antigua es una figura humana modelada manualmente en barro y conservada en su torso y cabeza. Ha sido fechada hacia el periodo Preclásico del Altiplano Central mexicano (2500 a.C. – 200 d.C.). Otro objeto es una miniatura teotihuacana que simboliza a un infante sujetado una superficie plana a manera de cama. Su antigüedad fue calculada entre los años 200 y 600 d.C., época de auge para la ciudad antigua. El lote de piezas incluye un cajete tetrápode de estilo maya, fechado hacia 200 y 800 d.C., que cuenta con motivos abstractos y geométricos rojos sobre un fondo color crema, además de un elemento zoomorfo en su base contenedora. Sus cuatro extremos son ahuecados dentro de los cuales se colocaban pequeñas piezas circulares de barro o piedra, rasgo identificado como “soportes sonaja”. Otra pieza que está entera representa a un individuo masculino que está sentado, ataviado con orejeras, diadema y nariguera. Fue modelado en barro y tiene decoración en rojo, negro y crema. Aseguran que pudo haber sido elaborada entre 100 a.C. y 600 d.C. El conjunto de objetos también incluye fragmentos de piezas teotihuacanas, que corresponden a dos cabezas. El experto afirma que este tipo de representaciones son conocidas como “figurillas retrato” y datan del periodo Clásico, en específico de la fase Xolalpan (250 d.C. – 550 d.C.). El otro pedazo representa una cabeza zoomorfa que asemeja a un mono y habría sido elaborada en el periodo Clásico (200 d.C. – 800 d.C.). Una particularidad de los objetos teotihuacanos devueltos es que para su elaboración, los artesanos usaron moldes prefabricados, en vez de moldearlos completamente a mano.