Las obras del enigmático grafitero británico Banksy, cuya identidad se desconoce, han sido sujetos al vandalismo y la explotación desde que su arte callejero se cotiza en cientos de miles de dólares en subastas en línea. Banksy creó hace apenas una semana un mural callejero frente a la Embajada de Francia en esta ciudad, donde hubo un intento de ser removido a unas cuantas horas de aparecer en un lugar público. La más reciente obra callejera que apareció de la noche a la mañana en un muro, retrata a la niña del filme y musical Los Miserables con lágrimas en los ojos, mientras que a sus pies aparece una lata de gas lacrimógeno. El nuevo mural, que ahora está tapado, es considerado una crítica a la respuesta de Europa, en particular Francia, hacia la crisis de refugiados provenientes de Siria. Esta es la primera vez que Banksy pinta un grafiti interactivo con un código QR para que los usuarios de smartphones puedan dirigirse a un video de YouTube donde se muestra a la policía francesa lanzando gas lacrimógeno contra refugiados de un incipiente campamento del puerto de Calais. Sin embargo, a solo una horas de haber sido descubierto, el mural fue tapado con paneles de madera por la empresa que administra la propiedad y días después apareció otro grafiti con la leyenda "come back" (regresa). La Policía Metropolitana informó que la noche del domingo 24 de enero recibió una llamada donde se acusaba a un grupo de hombres de intentar remover la pieza de arte del muro de una propiedad en desuso en el lujoso barrio de Knightsbridge. La policía atendió el llamado, pero los sujetos habían abandonado el lugar y no hubo arrestos. El director de la empresa Cheval Property Management Limited señaló que “conservará el mural, y actualmente está discutiendo los planes futuros para la pieza de arte”. Esta no es la primera vez que el arte callejero de Banksy es vandalizado, desmantelado o sujeto a la explotación. El año pasado, Banksy creó un mural en el campamento de migrantes de La Jungla en Calais, Francia, que retrata al fundador de Apple, Steve Jobs, cargando una Macintosh y una mochila al hombro. Junto a la imagen aparece la leyenda: “el hijo de una migrante de Siria”, en clara alusión al padre biológico de Jobs que emigró de joven a Estados Unidos. En una inusual declaración a la prensa, Banksy señaló que “muchas veces nos hacen creer que la migración drena los recursos de un país pero Steve Jobs fue el hijo de un migrante sirio”, que aporta siete mil millones de dólares en impuestos gracias a que en su momento se le permitió la entrada a un joven de Homs. La agencia de noticias británica PA reportó en diciembre pasado que un sujeto colocó una sábana al grafiti de Jobs y comenzó a cobrar cinco euros a las personas que desearan verlo. Esta no es la primera vez que Banksy se manifiesta a través de su arte callejero contra la política europea respecto a la crisis de migrantes en Europa. El artista también pintó en Calais un barco que emula la escena de La Balsa de la Medusa del pintor francés Théodore Géricault que retrata el naufragio de la fragata del mismo nombre en la que casi todos los tripulantes perecieron. Las obras de Banksy se cotizan a precios récord. El 14 de febrero de 2008 la casa de subastas Sotheby's logró vender un lienzo en un millón 870 mil dólares (Keep it Spotless), de acuerdo con el sitio web streetart101.com En cuanto a los grafitis que aparecen en lugares públicos, la mayoría se pueden apreciar en las calles de Londres, así como en la ciudad inglesa de Bristol, donde se cree que Banksy nació y se convirtió en el artista de aerosol más esquivo y cotizado del mundo.