El fotógrafo Guillermo Wusterhaus trascendió a otro plano, pero su huella en este es imborrable

Su trayectoria profesional incluyó una década como fotoperiodista en Cambio de Michoacán y La Voz de Michoacán, además de la Agencia Comunicación Gráfica, pero también fue fotógrafo documental y docente

Foto, Víctor Ramírez.

Yazmin Espinoza / La Voz de Michoacán

A través de redes sociales, se anunció ayer la lamentable pérdida del reconocido fotógrafo Guillermo Wusterhaus Cortés, cuyo trabajo deja una huella imborrable en la historia cultural de la entidad.

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De acuerdo con familia y amigos del fotógrafo, la misa se llevó a cabo el día de hoy a las 11:00 horas en capilla del Recinto Funerario Latinoamericano, mientras que, a las 12:00 horas, se partió  hacia el cementerio Jarines de la Concordia, para posteriormente realizar la incineración del cuerpo.

La Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) emitió un comunicado a través del cual lamentó profundamente el fallecimiento de Guillermo Wusterhaus Cortés y aseguró, dejó una huella imborrable en la historia cultural, convirtiéndose en un referente del arte visual en el estado.

Compañeros de esta casa editorial se han unido a los mensajes de despedida que dan muestra del gran ser humano y profesional que era Guillermo Wusterhaus Cortés.

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“Amigo Memo, feliz viaje a la luz. Te conocí cuando trabajabas en La Voz, siempre con una sonrisa en el rostro, dispuesto a dar un consejo. Tu trabajo siempre fue impecable, jugabas con las luces y sombras de manera perfecta. Se va sin duda, el mejor fotógrafo de Michoacán, pero nos dejas tus sabios consejos y tu trabajo siempre impecable a través de la lente. Sigue tomando fotos en el cielo maestro Wusterhaus”, compartió Abelardo Lozano, editor de La Voz de Michoacán y quien, a lo largo de los años, reunió varias anécdotas con el fotógrafo.

Relató que, además de compañero de labores, uno de sus hijos alguna vez cursó un taller de fotografía con Wusterhaus en Tlalpujahua, lecciones que varios profesionales de la lente aprovecharon para aprender de él.

“Mi hijo Esteban una vez me sorprendió cuando me dijo que iba a un curso de fotografía contigo allá a Tlalpuhahua y me dio mucho gusto; mi hijo aprendió mucho, gracias a tus buenos consejos”.

Samuel Herrera Jr. y Víctor Ramírez, fotógrafos de esta casa editorial, recuerdan también con cariño y respeto a Wusterhaus pues, aseguran, siempre estuvo muy comprometido con su labor detrás de la lente y disfrutaba sobre todo de las coberturas en temas culturales.

“Memo era un fotógrafo que siempre estaba buscado difundir la fotografía a través de talleres y exposiciones. Muchos de los fotoperiodistas son de la escuela Westerhause, porque él fue una institución, uno de los principales promotores de la fotografía cultural”, dijo Victor Ramírez.

Guillermo Wusterhaus nació en Ciudad de México en 1963 y desde joven mostró interés por la fotografía, influenciado por su padre, fotógrafo y jefe de área en una institución médica. Estudió Antropología Social en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y Artes Visuales para la Expresión Fotográfica en la Universidad de Guadalajara (UDG).

En 1989 asumió la dirección del laboratorio fotográfico de su familia en Toluca, Estado de México. Tres años después se estableció en Michoacán, donde desarrolló una prolífica carrera.

Su trayectoria profesional incluyó una década como fotoperiodista en los diarios Cambio de Michoacán y La Voz de Michoacán, además de su participación en la Agencia Comunicación Gráfica. Más tarde se enfocó en la fotografía documental, retratando la riqueza cultural y la vida cotidiana de las comunidades purépechas. Colaboró en proyectos editoriales estatales y en reconocidas revistas nacionales como México Desconocido y Polvareda.

Como docente, impartió clases en la UNLA, UVAQ, La Salle, UDEM y la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Michoacana (UMSNH). También participó en numerosas exposiciones colectivas, muestras fotográficas y proyectos cinematográficos, incluyendo cortometrajes y un largometraje. Se convirtió en el primer fotógrafo en recibir la beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (Foescam).

En 2017 fue el primer expositor de la sala Maestros Michoacanos. A partir de 2008 coordinó los Foto Tours, viajes enfocados en la práctica y difusión de la fotografía en diversos destinos de Michoacán y el Centro Occidente de México. Fue cronista fotográfico en el Consejo de la Crónica de Morelia y lideró colectivos como Fotónika y Foto 180 Morelia.