EFE / La Voz de Michoacán Barcelona, España. El pintor nigeriano Oluwole Omofemi, considerado como uno de los más destacados artistas africanos actuales, que bate récords en las casas de subastas Christie's o Sotheby's, cree que "se puede empoderar a la mujer" a través del arte. En una entrevista con EFE, coincidiendo con su exposición en la galería Out of Africa, de Sitges, Omofemi se muestra convencido de que "no se puede catalogar a las mujeres en un nivel y a los hombres en otro" y por esta razón, en sus obras pone énfasis en las mujeres africanas. "En mi investigación sobre la mujer, trato de poner de relieve que ser mujer es algo más que tener un esposo, y para mí, lo importante es que se tiene que dar a las mujeres mayores responsabilidades en diferentes sectores, el económico, el político, la educación, porque la experiencia dice que ellas son tan capaces como los hombres", argumenta. Lamenta Omofemi que "en África, las mujeres son denigradas, se las deja solo para el rol familiar" y su reacción es darles en sus enormes cuadros "el valor que merecen", consciente de que "estas desigualdades no son exclusivas de África, sino que se extienden por todo el mundo". En la mayoría de las obras del artista nigeriano aparecen mujeres en cuya mirada, en cuyos ojos, subraya Omofemi, "se puede ver que tienen potencia, identidad y fuerza". Remarca el pintor nigeriano que pinta a "gente próxima" que vive alrededor de él, que ve a menudo, que "no son modelos", y a través de ellas construye su relato. En relación a la técnica, Omofemi explica que en un primer momento habla con la gente de alrededor y reflexiona sobre qué quiere representar de esas personas: "Solo cuando hay buena conexión entre artista y persona y tengo claro lo que quiero transmitir y explicar hago unas doscientas fotografías de cada persona, de las que elijo una o dos para trasladar al cuadro". Un denominador común en sus obras son los fondos desdibujados y coloristas que resaltan los personajes femeninos: "Es un sentimiento abstracto, quiero que la persona que mira el cuadro puede imaginar él mismo el fondo, porque para mí, como artista, lo importante es la mirada, la cara, la piel". Omofemi trabaja con óleo para las caras y la piel de los personajes y generalmente con acrílicos para ese fondo abstracto. "Al principio no pintaba mujeres sino niños, pero tuve una novia con una peluquería y ella me dijo que las mujeres ahora quieren preservar el pelo natural, sin trenzas, sin alisar, y fue así como exploté la idea de una mujer africana que quiere ser natural, con su propia identidad, que quiere conservar su pelo afro y no quiere blanquear la piel". En cuanto a las referencias artísticas en las que bebe, confiesa que se siente influido por Gustav Klimt y Pablo Picasso, así como por otros maestros artistas nigerianos como Ebenezer Akinola, con el que estudia en su taller, o Tope Fatumbi. La exposición de Sitges, cuyo título "A Woman's worth" lo extrajo de una canción de Alicia Keys, ya tiene prácticamente todas las obras vendidas, lo que confirma la pujanza de este artista, que expondrá en Nueva York en una feria en mayo, en la Signature African Arts de Londres en octubre y en la galería nigeriana Alexis Gallery en noviembre en la feria ArtX. Nacido en 1988 en la ciudad de Ibadán, en Nigeria, no tardó en ser identificado por los vecinos de su comunidad como prometedor artista ya desde su infancia. Omofemi invirtió las ganancias que obtenía con la venta ambulante de cerveza, que formaba parte de la rutina cotidiana de vivir en Ibadán, en la compra de cuadernos de bocetos y materiales de arte que facilitaron e incubaron su pasión: "Cuando tenía 10-12 años ya pensaba en ser un artista y quería tener éxito, dinero, triunfar, y he trabajado muy duro para llegar hasta aquí". La primera vez que vendió un cuadro fue en 2006, a un coleccionista libanés, que, para su sorpresa, le pagó en dólares, diez, recuerda, ahora sus cuadros se cotizan a 80.000 dólares. El propio Omofemi no se ve hoy como un artista con éxito, sino que tendrá éxito cuando los otros artistas, la quincena con los que comparte estudio, lo tengan. "En Nigeria, cuando yo empezaba, ser artista no era importante, era basura, pero ahora las cosas están cambiando, después de las ventas, y ahora hay más reconocimiento del arte en Nigeria, lo que facilita la salida para las nuevas generaciones que quieren ser artistas", apunta Omofemi.