AP/La Voz de Michoacán Paraguay. El sonido ceremonial, magnético y electrizante de los tambores y los trajes de colores llamativos y chillones contagiaron la alegría en las calles de Fernando Mora, una ciudad paraguaya transformada en un pequeño rincón de África la noche del sábado, cuando los afroparaguayos rindieron tributo al rey mago San Baltazar. Todos los años, la comunidad afrodescendiente de Kamba Cuá de Fernando de la Mora una ciudad de 160.000 habitantes a las afueras de Asunción, que debe su nombre a uno de los libertadores paraguayos_ celebra este festival con el fin de mantener las danzas, costumbres y tradiciones ancestrales de la comunidad asentada en esa tierra desde 1820. “Lo hacemos para mantener viva nuestra cultura”, relata a The Associated Press, Adolfo Bogarín, presidente del Grupo Tradicional San Baltazar, una asociación conformada hace 25 años. https://twitter.com/TelefuturoInfo/status/1081167245315854338 Es un festival para el que niños y mayores se preparan durante mucho tiempo. “Ensayamos todo el año, todos los viernes”, explica Bogarín. “Todas las danzas son rituales para nuestros santos”, añade, y subraya que el año próximo se cumplirán 200 de la llegada de sus ancestros africanos a Paraguay, para lo que se preparan celebraciones especiales. “El festival está ahora en su auge, pero todos los años, primero nuestras abuelas, luego nuestras mamás y ahora nosotros”, hemos participado, explica Julia Elena Chávez Medina, contenta de que la fiesta de San Baltazar haya crecido tanto y alcanzado fama dentro y fuera de Fernando de la Mora. “A la comunidad le gusta mucho el sonido del tambor. Sabes que es increíble cómo el sonido del tambor arrastra a la gente”, agrega. “Ahora se está dando importancia” a la cultura afroparaguaya, mucho tiempo olvidada, y “se está trabajando para mejorar mucho más”. En su cultura destaca, ante todo, el baile, cómo tocar el tambor, algunos platos como la quisima, una croqueta de mandioca (yuca) con coco pisado, la importancia de la música y muchas otras cosas de su forma de vida que piensa transmitir a sus descendientes. Muchos niños participan del festival en las actuaciones ante el público, bailando de forma electrizante al vertiginoso ritmo de los tambores, ataviados de trajes de colores amarillos, rojos, azules y blancos y con los pies descalzos. También se suma la tercera edad, a través de bailarinas ilustres como Julia Elena Chávez. “Cuando suena el tambor ya me muevo, ya no me duele más nada”, afirma por su parte su hermana, María Ignacia Chávez. “San Baltazar es nuestro patrón, el santo negro”, relata. Kamba Cuá es un barrio histórico que fue cedido a José Gervasio Artigas cuando se exhilió de Uruguay, y recibió refugio del dictador José Gaspar Rodríguez de Francia. Los africanos de la etnia Kamba llegaron junto al ejército de Artigas, e inicialmente tenían restringido el contacto con los vecinos. La comunidad sufrió persecución también bajo la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), quien los despojó de tierras.