Además de su amor por la música, Ludwing van Beethoven amaba la naturaleza y un ejemplo de ello quedó plasmado en su frase. “Prefiero mil veces a los árboles que a cualquier persona”. El músico nacido en Bonn un día como hoy pero de 1770, amaba andar con ropa desaliñada y pelo despeinado. Amaba ir por la calle gritando las melodías que se le ocurrían a plena voz y anotándolas en un cuaderno, debido a la incipiente sordera. Aunque Beethoven odiaba dar clases, esto era algo que amaba cuando se trataba de personas con mucho talento o mujeres hermosas. Pocos de sus biógrafos han hablado de su afición por el alcohol, pero era uno de sus gustos. El genio musical amaba tener la razón en todas las discusiones y ser autosuficiente. Amaba también la improvisación musical. Ludwing van Beethoven tenía una pasión por las mujeres, pero nunca sostuvo una relación muy duradera.
La Voz de Michoacán
