Cautiva gala de Elisa Carrillo y amigos en el Cenart

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Virtuosa y elegante fue la presentación de la primera bailarina del Ballet de la Ópera de Berlín Elisa Carrillo en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart) en esta capital.

La primera figura del Staatsoper Ballet de Berlín, acompañada por 12 intérpretes de otras prestigiadas compañías del orbe, se presentó en el lugar donde inició su formación en la danza: el Cenart, con la gala “Elisa y Amigos 2015”, que regaló momentos de magia al público del Teatro de las Artes y del Auditorio Blas Galindo, donde se transmitió en directo el programa.

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Con voz quebrada, la bailarina mexicana agradeció a los presentes que atiborraron el recinto, así como a autoridades del Cenart, por permitirle regresar a la que fuera su casa de estudios y reiteró que “la cultura es el mejor remedio contra la violencia”.

Al término de la gala, en la cual sus compañeros de ballets como el Bolshoi, el Royal de Londres, el Het National de Holanda y La Scala de Milán, por mencionar algunos, deleitaron con sus mejores pasos, al tiempo que exhibieron dos banderas de México.

Con una gran sonrisa, Carrillo pidió al auditorio cantaran las mañanitas a la bailarina Iana Salenko del Ballet de la Ópera de Berlín y Ballet Real de Londres; instantes después, los presentes sonrojaron a la bailarina de Ucrania.

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En la gala, Carrillo interpretó tres piezas: los pas de deux del ballet “La Péri”, de Vladimir Malakhov, creado hace cinco años, y el del ballet “Scheherezade”, de Michel Fokine, así como el dúo del ballet Diversidad: formas de silencio y vacío, del coreógrafo español Nacho Duato, con música de Johann Sebastian Bach.

La gala inició con la propia Carrillo, quien en compañía de su esposo el bailarín ruso Mikhail Kaniskin, del Ballet de la Ópera de Berlín deleitaron con “Pas de deux” del ballet La Péri, una coreografía que le valió grandes aplausos.

Continuó la pieza “Trois gnossinnes” (variaciones de piano III), a cargo de la bailarina de Kazajistán Maria Eichwald y Marin Rademaker del Ballet Nacional de Holanda, quienes sedujeron a los presentes con esta obra que armoniza movimientos de danza clásica con un lenguaje coreográfico contemporáneo que se integra de manera perfecta la melodía ligera del piano.

Los bailarines Dinu Tamazlacaru e Iana Salenko ambos de la Ópera de Berlín, se llevaron una fuerte ovación de los presentes, quienes quedaron hipnotizados por la serie de giros constantes de parte de este dúo, que exhibió no sólo su buena condición física, sino un extraordinario control al momento de sus ejecuciones en escena.

Otro deleite fue la pieza “Proust o los intermedios del corazón”, a cargo de los bailarines Marian Walter y Rainer Krenstetter, integrantes del Ballet de la Ópera de Berlín y del Ballet de Miami, quienes dieron una especie exhibición de contorsionismo, dejando boquiabiertos a muchos de los asistentes.

“El Talismán” y “El gran pas de deux”, este último con música de Gioachino Rossini, y cuya danza proyecta un aire de comedia, cerraron la primera parte del espectáculo coreográfico.

En su segunda parte, la gala continuó con el derroche de talento, fuerza, virtuosismo y muchos giros, saltos, así como un extraordinario control al momento de las ejecuciones de parte del selecto grupo de bailarines.

“Pas de deux” del Ballet de Scheherezade, a cargo de Elisa Carrillo y Rishat Yulbarisov, ofreció un poema sinfónico del compositor Nikolay Rimsky-Korsakov, una obra que se caracteriza porque su música, es de corte ruso con influencias del Este.

“La despedida”, “La sílfide y el escocés”, “Barroco”, “Sonata para violonchelo y piano en sol menor op. 19” y “El Corsario”, levantaron las palmas de los asistentes en un función que duró cerca de tres horas.

La gala la cerró con la propia Elisa Carrillo, con “Diversidad. Formas de silencio y vacío”, en compañía de Rishat Yulbarisov, un dueto que combina música barroca y danza moderna en la que se muestran personajes como un compositor, una mujer y la muerte.

Carrillo también se presentó el sábado en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, ubicado en su natal Texcoco.