Los Ángeles, California.- De pie y alrededor de un piano en Los Ángeles, el director Ernesto Lima Parets detiene a sus cantantes y les dice que lo intenten de nuevo. Los cinco hombres que integran el coro gay cubano Mano a Mano interpretan "Mi tierra" de Gloria Estefan en perfecta armonía, pero el director quiere más sentimiento: les dice que deben imaginarse lo que significa dejar Cuba. El sábado, Mano a Mano comenzará su primera gira estadounidense, con un repertorio de clásicos cubanos, éxitos de pop y canciones de Estefan, acompañados por el Coro de Hombres Gay de Los Ángeles (GMCLA, por sus siglas en inglés). En una era de renovadas relaciones entre Estados Unidos y Cuba, la presentación conjunta marcaría otro paso hacia el fomento de actividades entre las comunidades LGBT de ambos países. Los dos coros han hecho historia en sus respectivas naciones: el GMCLA se fundó en 1979 y perdió a más de 150 miembros durante el punto álgido de la epidemia del sida. Mano a Mano se creó hace solo dos años y se forjó un espacio como una de las únicas organizaciones gay independientes en la isla. "Yo creo que esta es la primera vez que hay un intercambio real entre la comunidad gay de Estados Unidos y la de Cuba", dijo el cantante de Mano a Mano Arián Ferrer Castro, de 29 años. El viaje de La Habana a Los Ángeles comenzó en 2014, cuando el productor cubano-estadounidense Fermín Rojas y su esposo, Jay Kubesch, visitaron Cuba y decidieron crear el grupo. Como excantante de un coro gay de Miami, Rojas quiso llevar el movimiento coral gay a Cuba, un país donde ha prevalecido una cultura machista y donde los homosexuales habían sido encarcelados y enviados a campos de trabajo décadas atrás. En años recientes, los derechos de los gay se han expandido y ha emergido una comunidad LGBT visible. Aun así, se preguntó Rojas, ¿estaba lista La Habana para acoger a un coro gay? "Hacer una audición para un coro de hombres gay en Cuba fue como, 'OK, ¿cómo abordamos esto?''', dijo Rojas. "Nunca se había hecho antes". Rojas contrató a un renombrado pianista para dirigir el coro y empezó a correr la voz sobre una audición abierta. Cincuenta hombres se presentaron, 12 fueron preseleccionados y comenzaron a actuar en Cuba a los pocos meses. Pero luego que un problema bancario obligó a Cuba a suspender los servicios consulares de Estados Unidos en febrero de 2014, Rojas y miles de otras personas no pudieron obtener visas para volver a la isla. Durante meses, vio cómo Mano a Mano se desarrollaba desde la distancia. Cuando finalmente pudo regresar, Rojas se enteró de que el director había estado insultando a los miembros del coro. Lo despidió y en su lugar contrató a Lima Parets, de 25 años. En el último año, Mano a Mano ha actuado alrededor de Cuba y se ha presentado dos veces en la gala anual contra la homofobia y la fobia a las personas transgénero del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba. El centro es dirigido por la hija del presidente Raúl Castro, Mariela Castro, a quien se le acredita ampliamente el haber ayudado a fomentar los derechos de LGBT. Los hombres del coro esperan que las renovadas relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba tengan un impacto positivo en la comunidad LGBT. Salir de gira en Estados Unidos es un primer paso importante, dijeron, pero hasta ahora la normalización no ha traído ninguna mejora sustancial. Mano a Mano son solo seis; la gran comunidad gay de Cuba no ha visto un cambio, señaló Lima Parets. A principios de este año, el Coro de Hombres Gay de Los Ángeles visitó Cuba. El director ejecutivo del GMLCA, Chris Verdugo, dijo que ver un desfile de orgullo gay desde un balcón en La Habana le recordó a la ciudad de Los Ángeles de hace décadas, cuando organizaciones gay como el coro comenzaron a emerger. Sin embargo, dijo que Estados Unidos también puede aprender algo de Cuba sobre los asuntos LGBT: la isla prohíbe la discriminación laboral por orientación sexual; Estados Unidos no tiene una ley federal que se le compare. "Esas son conversaciones que aquí en Estados Unidos todavía nos ha sido muy difícil abordar", dijo Verdugo. En sus primeros días en Estados Unidos, el coro cubano actuó en televisión y visitó The Abbey, un conocido bar y restaurante gay en West Hollywood, California. Uno de los momentos más sorpresivos, empero, se produjo en un supermercado. Cuando Castro vio una hilera de pimientos rojos, amarillos, anaranjados y verdes, no pudo contener las lágrimas ante la abundancia. Hasta ese momento solo había visto pimientos rojos y verdes, dijo. Días después, en un ensayo, los hombres se encontraron reflexionando sobre Estefan. Los directores musicales del GMCLA habían seleccionado su tema de añoranza por una tierra perdida. Pero los cantantes de Mano a Mano no crecieron oyendo a la estrella cubano-americana. Por años, la música de Estefan estuvo prohibida en la isla.