Astris del Ángel / La Voz de Michoacán. “El violín es un instrumento difícil, pero también es el más expresivo y fino”, considera Francisco Bautista, director del Grupo Purhembe, el cual se ha dedicado a la difusión de la música purépecha a través de sus conciertos, pero ahora, lo hace también con una academia. La primera parte del proyecto es un Taller de violín, “estudiamos la técnica, solfeo, ritmo y los géneros, pero el eje principal es la música tradicional michoacana”, explicó la directora del taller Andrea Bautista, quien desde hace ocho años comparte sus conocimientos y experiencias a través de la enseñanza del instrumento que practica desde la adolescencia. El primer maestro de Andrea fue su padre, Francisco Bautista, quien le enseñó a tocar la mandolina, pero, en busca de un sonido más fino, le propuso el violín, instrumento que toca desde los 15 años. La troje de Paracho donde escuchaba a su abuelo fue su primera escuela. Después estudió en el Conservatorio de las Rosas, con la rusa Gela Dubrova, a quien considera una gran maestra. Comenzó a enseñar en los talleres de la Casa de la Cultura de Morelia y actualmente dirige el taller que le ha dado grandes satisfacciones, como el impacto que se logra en los niños y jóvenes cuando ven su evolución en la ejecución, como al poder ampliar el número de personas que conocen y disfrutan de la música tradicional del estado. Los cursos comenzaron en julio del año pasado y la fecha tiene 25 alumnos, de los 8 a los 35 años de edad, desde principiantes hasta avanzados que ya son integrantes de alguna orquesta, como la juvenil de Michoacán (LaOfim) e, incluso, líderes de sus propias agrupaciones. Cada seis meses realizan una audición musical, con el objetivo de mostrar los avances de los estudiantes, la última se realizó el pasado mes de marzo. El próximo curso dará inicio el 27 de abril en la escuela ubicada en la colonia Molino de Parras. No obstante, el propósito es ampliar la academia y llevar cursos a diferentes comunidades indígenas, así como, a futuro, crear una pequeña orquesta de cámara de música purépecha, con los mismos alumnos, que tenga en su repertorio pirekuas, abajeños y sonecitos, todo ello con el fin no sólo de instruir a los músicos, sino de “dar a conocer la música de nuestro pueblo a los niños” y también a los adultos. Andrea es el segundo violín del Grupo Purhembe, su padre Francisco Bautista es primer violín, su madre Rosalba Rangel Tovar es la pireri o cantante de pirekuas y sus hermanos Francisco Bautista Rangel en la guitarra y voz y Marco Antonio Bautista Rangel en el contrabajo. La familia apoya este proyecto encomiable en muchos aspectos, pero principalmente en uno reconoce Francisco Bautista, y es que “A los que tocan el violín, les gusta más tocarlo que enseñar”, afirmó el que desde hace 60 años se dedica a la interpretación del violín, en ese tiempo ha sido además fundador de agrupaciones, estudiantinas de secundarias y otras, esto le ha dado la oportunidad de cumplir lo que se ha propuesto que es llegar a todos los rincones del mundo con la música michoacana, así lo ha hecho en Europa y Japón, recuerdos que guarda con cariño.