Notimex / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Tina Modotti logró calmar sus dudas y miedos, llenar sus huecos y expresarse gracias a la fotografía, pero también la uso como un arma de denuncia; se convirtió en fotógrafa por derecho propio, se abrió camino con su sensibilidad, estilo, técnica y su clientela, con esta descripción inicia el documental “Tina Modotti. El dogma y la pasión”. Proyectado en el Instituto Italiano de Cultura (IIC) en la zona de Coyoacán, el trabajo de la realizadora Laura Martínez Díaz -de poco más de 60 minutos- da cuenta de la vida y legado de quien fue considerada una de las mejores fotógrafas de la década de 1920 en México. Entrevistada previo a la presentación, la documentalista invitó por recordar a la mentora de Manuel Álvarez Bravo, también conocido como “El Poeta de la Luz”, haciendo aun lado sus ideologías “como un icono del feminismo porque fue una mujer independiente que se valió por sus propios medios”. Pidió se revise un capítulo no del todo aclarado en su vida: su paso por la Unión Soviética y su inclusión en la Guerra Civil Española. “Falta averiguar su pasado estalinista, cuando ella se fue de México, hay un periodo oscuro, porque se fue a vivir a la Unión Soviética y fue ahí donde se le perdió la pista, incluso estuvo en la Guerra Civil Española”, señaló. El arte, la militancia, el amor y la tragedia en la vida de quien sembró amistad con artistas como Antonieta Rivas Mercado, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, por mencionar algunos, se abordan en este filme. Se narra desde su nacimiento en Udine, en el noreste de Italia, y cómo a los 16 años emigró como millones de italianos a Norteamérica. Su paso fugaz por el cine de Hollywood como modelo en películas mudas; su migración a México junto con Edward Weston, con quien aprendió fotografía y donde realizó su obra fotográfica (400 imágenes) hasta que en 1929 que fue obligada a abandonar el país que tantas tristezas y alegrías le había dado. Es de mencionar que en esta coproducción mexicano-italiana cuenta con los testimonios de Raquel Tibol, Claudio Albertani, Pablo Ortiz Monasterio, Antonio Saborit, Elena Poniatowska, Gianfranco Ellero y Riccardo Toffoletti, quienes ofrecen un breve bosquejo de esta artista de la lente que murió de un ataque cardíaco el 5 de enero de 1942 en el interior de un taxi en esta ciudad.