Especialistas chilenos y extranjeros exhumarán este lunes los restos del poeta Pablo Neruda, sepultados en su casa de Isla Negra, para investigar una denuncia de que habría sido envenenado en 1973 por agentes de la dictadura militar. El procedimiento fue ordenado por el ministro en visita (juez especial), Mario Carroza, que investiga la presunta intervención de terceros en la muerte de Neruda, ocurrida el 23 de septiembre de 1973, en la privada Clínica Santa María de esta capital. La decisión judicial fue adoptada en el marco de las investigaciones de Carroza, tras la denuncia de quien fuera chofer de Neruda, Manuel Araya, quién afirmó que el vate chileno fue envenenado con una inyección letal cuando estaba internado en la Clínica Santa María. La versión fue publicada por primera vez en México, por la revista Proceso, y de acuerdo a lo referido por Araya, el gobierno mexicano había dispuesto un avión para recoger al poeta, el cual "tenía programado salir rumbo a la capital mexicana el 24 de septiembre". La información agregaba que el régimen militar, instaurado el 11 de septiembre de 1973 tras el cruento golpe contra el presidente Salvador Allende, había autorizado la salida del Premio Nobel de Literatura 1971, en la fecha prevista. Sin embargo, luego se produjo el episodio de la inyección a Neruda, la orden de un doctor a Araya para que fuera a buscar un remedio a una farmacia alejada de la clínica, el asalto y golpiza que éste sufrió de agentes de la dictadura, la agonía y la muerte del poeta. La sospecha de un asesinato motivó al Partido Comunista a presentar una querella, la que es patrocinada por el abogado Eduardo Contreras. Los restos de Neruda están sepultados en los jardines de su casa de Isla Negra, una localidad costera ubicada a unos 112 kilómetros al oeste de Santiago, convertida hoy en un museo que es visitado por millares de turistas cada año. El equipo de profesionales encargado de la exhumación y el examen de los restos de Neruda será encabezado por el director del Servicio Médico Legal de Chile, doctor Patricio Bustos, e integrado por ocho especialistas chilenos y cuatro extranjeros. Entre estos destaca el médico forense español, Francisco Etxeberría, quién también participó en las pericias a los restos del poeta Federico García Lorca y del ex presidente Salvador Allende, quien murió en el Palacio de La Moneda, durante el golpe militar.