El Universal/La Voz de michoacánMéxico.Falleció la arqueóloga Laura Adriana Castañeda Cerecero (1958-2020), que se dedicó al estudio de antiguos espacios como el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa; informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través de un comunicado. En esa elevación, la especialista reconoció espacios ceremoniales y habitacionales que fueron construidos y utilizados en distintos periodos, desde la época Clásica hasta el Posclásico Temprano y Tardío. La investigadora de la Dirección de Estudios Arqueológicos (DEA), señalaba que fue en este último lapso, el Posclásico Tardío, que en el lado poniente del Cerro de la Estrella, se asentaron grupos colhuas, que fueron los primeros en llevar a cabo, en 1351, la ceremonia del Fuego Nuevo, que sería de gran importancia para las contemporáneas sociedades de Mesoamérica. Castañeda fue autora y coautora de libros y artículos como "Iconografía mexicana vols. IX y X", "Flora y Fauna"; "La producción alfarera en el México antiguo vol. I"; "Figurillas coloniales del cerro Mazatepetl, Magdalena Contreras y Huixquilucan. Dos sitios de tradición otomí: análisis arqueológico y ritual". La arqueóloga se formó en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Inició su labor profesional en el Centro INAH Puebla, posteriormente apoyó la coordinación de Arqueología de la ENAH para incorporarse luego a Monumentos Prehispánicos, la actual Dirección de Estudios Arqueológicos, en donde desarrolló toda su labor académica y donde se desempeñó los últimos años como Subdirectora de Investigación y Conservación. Entre 1979 y 1980, siendo aún estudiante de arqueología, Castañeda descubrió en La Quemada, Zacatecas -frente al basamento piramidal en la Plaza de los Sacrificios- y una escultura en piedra de una figura femenina de 70 centímetros, labrada en una roca basáltica. Este hallazgo es de vital importancia debido a que acerca a la concepción de la figura humana en el periodo prehispánico zacatecano e hizo notar que la escultura no estuvo ausente en las sociedades antiguas de Zacatecas. Al igual que en el resto de Mesoamérica, fue un elemento complementario a la arquitectura. Desde su posición como subdirectora apoyó gran cantidad de proyectos, impulsando de manera importante sitios de la Ciudad de México; asimismo fundó un taller de drones y fotogrametría; también realizó los últimos años labores como editora de la "Revista Arqueología de la Coordinación Nacional de Arqueología".