Yazmin Espinoza El cineasta michoacano, David Buitrón Fernández, regresa al estado como parte de la selección oficial de este año del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con su documental “La Colonial”. Ubicada en uno de los barrios más antiguos y populares de la Ciudad de México, La Colonial es el refugio de aquellos quienes ante la adversidad de la sociedad moderna han diseñado en ella su propia comunidad. En entrevista para La Voz de Michoacán, Buitrón Fernández comparte sobre el génesis de esta obra que lo llevó a adentrarse en una antigua casa de la Ciudad de México y las historias que la habitan. ¿Cuál es la historia que el espectador podrá encontrar en “La Colonial”? Es un retrato de una casa que se ubica en una colonia muy popular y antigua de la Ciudad de México que se llama Vicente Guerrero y la casa da cobijo a hombres en su mayoría de edad madura. Juntos han formado una comunidad dentro de esta casa y es un poco el retrato de esto y cómo es la dinámica entre ellos. También cómo es la casa y un poco las similitudes entre la casa y las personas que la habitan ¿Cómo fue que te encontraste con esta historia y te diste cuenta de que tenía esa magia especial para ser llevada a la pantalla? De la casa sé desde hace mucho porque un tío es quien administra el lugar, así que desde niño sabía de la existencia de La colonia, pero solo a través de historias y comentarios que escuchaba, nunca había entrado. Cuando surge la oportunidad de hacer un documental, que se da a partir de un ejercicio de la escuela de cine, aproveché la oportunidad y adentrarme en la casa y conocerla realmente desde mi perspectiva. Fue a partir de ahí que pude darme cuenta de que la casa no era lo que yo había escuchado o la imagen que yo tenía no era tal cual lo que realmente se sentía estar dentro y convivir con las personas que la habitan. Ese contraste y la personalidad de los habitantes me invitó a continuar con el proyecto y a que no se quedara solo en un ejercicio de cortometraje escolar, sino continuarlo y construir más esta experiencia alrededor de la casa. ¿Su producción fue antes de pandemia? Sí, fue antes de todo eso. Iniciamos el proyecto en el 2016 y a partir de ahí tuvo muchas modificaciones. Con el paso del tiempo el proyecto fue tomando distintas formas hasta que terminó en lo que es ahora. Cuéntame sobre la decisión técnica detrás de presentar la película en blanco y negro. Desde el principio, junto con José Paz, el fotógrafo, los primeros retratos que hicimos del lugar fueron en blanco y negro. La casa en sí tiene un aspecto hasta cierto punto lúgubre porque, al tener techos muy altos y poca luz en el interior, la única incidencia de luz es a través de las ventanas, se creaban puntos de mucha oscuridad y también unos muy iluminados que creaban un contraste muy interesante. Y en el blanco y negro resaltan mucho más las texturas del lugar, así como de los rostros de las personas. Así en un principio para nosotros tenía mucho sentido retratarlo de esta manera, en un algo contraste de blanco y negro porque, tanto las texturas de las paredes y mosaicos, como de los rostros, eran muy marcados, podíamos ver sus arrugas y cicatrices. Todo esto nos daba entender mucho más el transcurso del tiempo, el camino de vida que han recorrido tanto la casa como los personajes y eso me parecía importante de retratar y algo muy bello porque, sin decirlo necesariamente, uno puede intuir qué clase de recorrido han tenido. También un poco dar la idea de que esta casa no pertenece a esta época pero que se mantiene firme, realidad que también es la de muchas de estas personas. Este pasado que ya no es, la nostalgia que también nos da el blanco y negro y remite a películas del cine de Oro. Al ser un cineasta michoacano, ¿cómo te sientes en volver a participar en el FICM de este año? Muy contento, es bonito poder estrenar en un festival en Michoacán, siendo de ahí, además puedo compartirlo con familia y amigos. Feliz de que pueda ser así y volver a formar parte en esta edición. Lo más importante es que muchas personas muy variadas puedan ver la película. Sobre el director David Buitrón Fernández es un cineasta michoacano egresado de la licenciatura de Cine y Post Producción en SAE Institute México. Se ha desempeñado principalmente en escritura, dirección, fotografía y edición. Como director, destacan el cortometraje documental “Zapata 252”, ganador del premio del jurado en el marco del Reto Doctubre del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México en el año 2017. El cortometraje ficción “Naufragio”, que tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Morelia, en el año 2020 y el cortometraje documental “Distintos tiempos”, que co-dirigió con Jocelyn López, tuvo su estreno internacional en el Liberation DocFest Bangladesh, en el año 2021. Recibió una mención especial en el concurso de guión de cortometraje michoacano del Festival Internacional de Cine de Morelia 2020.