Roma.- Con una colección de obras de arte y una historia únicas en el mundo, las Galerías Barberini y Orsini de la capital italiana son la sede del Museo Nacional de Arte Antiguo y han sido reorganizadas para estar al paso con los tiempos. “Las Galerías nacionales de Roma inauguran un nuevo periodo con la reorganización de las colecciones y recorridos multidisciplinarios que constribuyen a mejorar la comprensión de sus extraordinarias obras de arte”, dijo el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini. Al presentar el nuevo rostro de los museos a los medios, Franceschini explicó que el objetivo es un profunda innovación para convertirlos en lugares de encuentro y diálogo comparables a los más importantes museos del mundo. La colección de las galerías comprende obras de Bernini, Caravaggio, Van Dyck, Holbein, el Beato Angelico, Lippi, Lotto, Preti, Poussin, El Greco, Raffaello, Tiepolo, Tintoretto, Rubens, Murillo, Ribera y Tiziano, entre otros. En particular es rica en obras de arte de los siglos XVI y XVII, pero también cuenta con pinturas del siglo XII, como la imagen de “La Virgen y Cristo” proveniente de la iglesia romana de Santa María en Campo Marzio para proseguir con algunas cruces del siglo XII y cuadros de la escuela grotesca. Del siglo XV sobresale la pintura La Virgen en el Trono con el Niño (1437) de Filippo Lippi, mientras que es más consistente la colección del siglo XVI. De esta última figuran “La Fornarina”, el retrato que Raffaello hizo de su amada y obras de Lotto, Tintoretto, Tiziano, El Greco, hasta llegar a la “Judith que corta la cabeza a Oloferne” de Caravaggio. El siglo XVII está representado por obras de Reni, Domenichino, Guercino, Lanfranco, Bernini, Poussin, Pietro da Cortona y Gaulli, mientras que del siglo XVIII resaltan pinturas de Canaletto, Batoni, Pannini y un raro núcleo de cuadros franceses que pertenecieron a la colección del duque de Cervinara. El Palacio Barberini fue proyectado para el Papa Urbano VIII por Carlo Maderno (1556-1629) sobre el inmueble precedente que ocupaba la Villa Sforza. El techo del salón central fue decorado por Pietro da Cortona con la “Alegoría de la Divina Providencia y del poder Barberini”, para glorificar a la familia noble de los Barberini. El Palacio Corsini, conocido precedentemente como Palacio Riario, es un edificio del siglo XV reestructurado en el siglo XVIII por el arquitecto Ferdinando Fuga por deseo del cardenal Neri María Corsini. “Me interesan los museos que hablan al público”, sintetizó la directora del Museo Nacional de Arte Antiguo, Flaminia Gennari Santori al describir la reorganización de las galerías. Subrayó que la Galería Corsini constituye la única colección romana de cuadros del siglo XVII que ha llegado intacta hasta nuestros días y que el inmueble es famoso porque fue residencia de la reina Cristina de Suecia entre 1659 y 1689. En ocasión del nuevo rostro de las galerías a los medios fueron también presentadas dos muestras. Una se llama “El pintor y el Gran Señor. Batonico, los Rezzonico y el retrato de ocasión”, dedicada al retrato del príncipe Abbondio Rezzonico realizado por Pompeo Batoni en 1766. La segunda reseña se llama “Mediteráneo en claroscuro. Ribera, Stomer y Mattia Preti de Malta a Roma”, con algunas de las principales obras de escuela caravaggiesca de la colección del –Muzew Nazzjonali tal-Arti (Heritage Malta) de La Valletta de Malta, confrontadas con cuadros de la colección romana. Gennari Santori anunció además acuerdos para nuevos préstamos con museos como el Metropolitan de Nueva York, el Louvre de París o El Prado de Madrid y la ampliación de la Galería Barberini tras la restitución de parte de su espacio actualmente ocupado por el Ministerio de la Defensa.