Un día como hoy fue la caída de la gran Tenochtitlán, la rendición

Redacción/ La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. México, antiguo Tenochtitlán. Uno de episodios que ha marcado la pauta de toda la civilización mexica es precisamente la caída de la gran Tenochtitlán, un hecho que ha dejado la huella impregnada en el corazón de los mexicanos y los vestigios de una ciudad creada por el Imperio Mexica, Tlatelolco, que hasta nuestros días, surge desde el centro de la capital mexicana.

Hernán Cortés llegó a Tenochtitlán junto con su ejército, en un principio fue bien recibido por el líder de los mexicas, Moctezuma, pues el pueblo creían que aquel hombre blanco y con barba era la encarnación de aquel dios que prometió regresar, al que le llamaban la serpiente emplumada, Quetzalcóatl.

Aprovechándose de esto Hernán Cortés capturó a Moctezuma, haciendo que los mexicas se levantaran en armas, y acabaron con muchos de sus enemigos blancos, la noche triste fue para aquellos españoles que huyeron al refugio de los pueblos enemigos de los Aztecas, al de los Tlaxcaltecas.

El nuevo líder azteca, Cuitláhuac, se enteró de esto y pidió que le entregaran a Cortés a cambio de la paz, pero los tlaxcaltecas hartos de los castigos de sus vecinos decidieron aliarse con el español, que este al ser un gran estratega militar, supo manejar muy bien las rupturas entre los pueblos para aliarse con ellos, y al saber que los Mexicas estaban muriendo a causa de viruela, y con ellos también Cuitláhuac, Cortés inició lo que se conocería más tarde como la caída de la gran Tenochtitlán.

Comenzaron conquistando las ciudades aliadas de los Mexicas, para seguir con Tenochtitlán, durante días pelearon en contra de ellos, aunque los que más masacraron a los aztecas, fueron los mismos indígenas, que en venganza mataron a cuantos pudieron. Finalmente el 13 de agosto de 1521, la puerta de la cuidad azteca se abrió, el último de los líderes mexicas, Cuauhtémoc, fue asesinado mientras intentaba huir, y con él, la gran Tenochtitlán cayó.

Cortés tomó la ciudad y comenzó a reconstruir lo que hoy conocemos como la Ciudad de México. ¡Si, Tenochtitlán cayó!, pero se ha mantenido en el corazón de la ciudad hasta estos días, brotando desde las entrañas de la tierra para ver nacer a la nación mexicana.

Mucho de lo que ocurrió en aquel entonces lo sabemos por las fuentes históricas que este hecho produjo, tanto de la tradición indígena como hispánica.

De la primera tenemos el “Libro 12 de la Historia general de las cosas de Nueva España”, que con ayuda de colaboradores, Fray Bernardino de Sahagún logró recabar, este libro de recolección narra la conquista desde el punto de vista tlatelolca. Otra fuente es El Lienzo de Tlaxcala, un códice de varios metros de largo y de ancho, que cuenta la historia de cómo fue este momento desde la visión de los tlaxcaltecas. Uno más, son Los Anales de Tlatelolco, la historia de esta ciudad y de conquista desde el punto de vista de la ciudad gemela de Tenochtitlán. Por último, se encuentra “La Visión de los vencidos”, una serie de testimonios indígenas sobre la conquista que recabo Miguel León-Portilla.

En cuanto a las segundas, se encuentran las famosas Cartas de relación de Hernán Cortés, una serie de cartas que Cortés escribía para decirles a los reyes de España como iba la expedición, en donde detalla cómo era la vida de los indígenas, como era el lugar y que había ahí. También está “La Relación breve de la conquista de la Nueva España” de Francisco de Aguilar, “La Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España” de Bernal Díaz del Castillo y “La historia de la conquista de México” de Francisco López de Gómara.

Hoy se cumplen 500 años de la caída de gran Tenochtitlán, y es un buen momento para aprender y reflexionar cómo es que las estructuras políticas pueden romperse cuando un pueblo se ve amenazado por otro, cómo es que la injusticia y el miedo levanta al pueblo en armas, cómo la inteligencia y lo bien planeado vence a un ejército más grande, y cómo es que este episodio de la historia marcó el inicio de nuestro país, México.