"Si se me diera la oportunidad de hacer un regalo a la siguiente generación, sería la capacidad de reírse cada cual de sí mismo”, solía decir el dibujante e historietista estadounidense Charles M. Schulz, padre de la célebre historieta “Peanuts”. Y lo logró gracias a personajes como Snoopy o Charlie Brown que protagonizaron cerca de 17 mil tiras cómicas elaboradas a lo largo de medio siglo de trabajo ininterrumpido. Según la biografía que de él difunde el portal “Pequeñolandia.com”, para Schulz el cómic era una forma de arte menor, pero fue él mismo quien demostró como pocos sus enormes posibilidades, de hecho, destaca, entre los años setenta y ochenta ganó una considerable cantidad de dinero que empleó en ayudar a los necesitados. Sus dibujos siempre ofrecieron mensajes reflexivos como los que han quedado plasmados en diversos sitios electrónicos dedicados a compilar frases célebres, entre ellas: “La vida es como una bicicleta de 10 velocidades. Hay algunas que la mayoría nunca usamos”. De acuerdo con sus biógrafos, Charles Monroe Schulz nació en Saint Paul (Minesota) y desde pequeño mostró su interés en los comics que leía en por lo menos cuatro diarios. Cuentan que con el apoyo de sus padres se matriculó en un curso por correspondencia de dibujo cómico, que comenzó a desarrollar hasta 1943 cuando su carrera como dibujante fue interrumpida al ser reclutado y enviado a Europa. Aunque desde 1948 empezó a vender sus viñetas, fue en 1950 cuando el United Features Syndicate compró su “Li’l Folks” y lo distribuyó bajo el título de “Peanuts”, que debuta el 2 de octubre de ese mismo año en 7 periódicos distintos. Con el tiempo se convertiría en uno de los más populares comics de todos los tiempos. También publicó una tira acerca de deportes, llamada “It's Only a Game”, aunque sólo entre 1957 y 1959, pues abandonó su creación debido al tiempo que le demandó “Peanuts”. Estudiosos de su obra lo consideran un innovador porque introdujo la vida cotidiana en el mundo de las historietas, dominado hasta entonces por la acción, el esfuerzo por lograr unos dibujos realistas y personajes como las creaciones de la factoría Disney. Otra característica destacada, apuntan, es que en sus historietas nunca aparecen adultos: el mundo de Charlie Brown, Snoopy y su pandilla pertenece sólo a la infancia. Schulz se retiró el 14 de diciembre de 1999, luego de haber sufrido un infarto y de que se le detectara un cáncer colorrectal que se expandía a su estómago. El 12 de febrero de 2000, un infarto agudo al miocardio acabó con la vida del dibujante, en Santa Rosa. Fue enterrado en el Cementerio Pleasant Hill, en Sebastopol. Su última tira cómica original fue al día siguiente de su muerte, lanzada el 13 de febrero de 2000, con lo que se cerró una página de la cultura estadounidense. Desde entonces se le han hecho diversos tributos, por ejemplo, la Junta de Supervisores del Condado de Sonoma, en California decidió renombrar al Aeropuerto del Condado de Sonoma como Charles M. Schulz. El logo del aeropuerto incluyó a Snoopy con gafas y una bufanda, elevándose sobre el techo de su casa roja. El 17 de agosto del 2002 abrió el Museo Charles M. Schulz; la NASA bautizó Charlie Brown al módulo de mando del Apolo X y como Snoopy al módulo lunar; Ronald Reagan, como gobernador de California, declaró el 25 de mayo como día de Charles Schulz; y el ministro de arte francés Jack Lang le nombró Caballero de la Orden de las Artes y Letras.