Un total de 76 obras integran la muestra “La exposición pendiente, 1973-2015. Orozco, Rivera y Siqueiros”, la cual será inaugurada el próximo jueves en el Museo Nacional de Bellas Artes de esta capital, 42 años después de su fecha original. Se trata de una parte de las 169 obras de los mexicanos José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros que debían ser expuestas en el museo a partir del 13 de septiembre de 1973 y que, producto del golpe de Estado acaecido dos días antes, fue suspendida. Los organizadores de la exposición abrieron este lunes por algunos minutos las puertas de las salas donde se están montando los cuadros para que un grupo de invitados apreciara las obras de los artistas, las que pertenecen a la colección del Museo de Arte Carrillo Gil. El jefe de Cancillería de la Embajada de México en Chile, Oscar Esparza Vargas, dijo a Notimex tras el recorrido que “con esta exposición se puede reeditar la exposición pendiente desde 1973 en el mismo lugar donde estuvo montada en ese año”. Añadió que “es muy importante para México y esta exposición es la parte culminante de la conmemoración de todo el programa de actividades para conmemorar el 25 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y Chile”. La directora del Museo de Arte Carrillo Gil, Vania Rojas, comentó por su parte que “acá están las obras de los tres principales muralistas mexicanos, con la escuela del arte moderno mexicano post-revolucionaria”. Detalló que en la exposición “hay una selección muy interesante y significativa de las obras de Orozco, hay obras de Diego Rivera cubista, cuando trabaja en París en los años 20, y las obras de Siqueiros que representa a los grandes murales internacionales”. Respecto a las razones por las cuales ahora se trajeron sólo 76 de las 169 obras que se montaron en 1973 explicó que se debió a “protocolos de seguridad. Sólo se pueden sacar del país un porcentaje razonable de obras que son monumento-patrimonio”. “En 1973 no existían estos protocolos, entonces el maestro Fernando Gamboa (curador de la muestra ese año) se tomó la libertad de traer una gran cantidad de piezas y volarla en un mismo transporte aéreo”, recordó. Puntualizó que en esta ocasión las obras fueron trasladadas en más de siete vuelos desde México, con siete comisarios distintos y curadores en los dos países. Reveló que los cuadros viajaron por 70 ciudades del mundo antes de llegar a Chile en septiembre de 1973, año a partir del cual “la colección como tal, por la gran complejidad de movimiento que implica, no había vuelto a salir de México”. El director del Museo de Bellas Artes, Roberto Farriol, acotó en tanto que “no ha sido fácil montar esta exposición, ésta es la segunda vez que intentamos llevarla a cabo en mi período a cargo del museo y afortunadamente lo logramos”. Agradeció la gestión que realizó para traer las obras a este país el ex embajador de México en Chile y actual subsecretario de Planeación y Evaluación de Políticas Públicas de la Secretaría de Educación Pública de México, Otto Granados Roldán. Comentó que el ex diplomático, quien dejó la embajada en Chile a fines de septiembre pasado, “fue un pilar fundamental de esta iniciativa”, la cual permanecerá en el Museo de Bellas Artes hasta el 21 de febrero de 2016. El curador del Museo de Arte Carrillo Gil, Carlos Palacios, aseveró por su parte que se trata de una “notable” representación de Orozco, Rivera y Siqueiros porque “se trata de un panorama de los temas, intereses y estilo de los tres artistas”. “Hemos reconstruido la historia, la terrible situación que vivió la fallida apertura de la exposición en 1973, la angustia de un curador (Fernando Gamboa) que ve el riesgo que corre la muestra” tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, comentó. A los cuadros se une el testimonio escrito de Gamboa, museógrafo y comisario de exposiciones mexicano que era el curador de la muestra en 1973, respecto de los difíciles días que vivió tras el golpe militar del 11 de septiembre de ese año, incluido el asalto al Palacio de La Moneda que observó desde su hotel. La exposición de Orozco, Rivera y Siqueiros fue montada en el Museo Nacional de Bellas Artes tres días antes del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y las obras sólo retornaron a México 15 días después en un avión de Aeroméxico en el cual también viajaron varios chilenos perseguidos que se exiliaron en el país del norte.